El cabello está expuesto a multitud de productos, elementos naturales y temperaturas que lo pueden volver frágil y quebradizo si no se toman medidas. No basta simplemente con utilizar ciertos productos de cuidado (de hecho un exceso de ellos puede ser contraproducente), sino que hay que tomar medidas activas para evitar que los factores externos dañen el cabello. En función del tipo de pelo y de los tratamientos a los que lo sometamos, los cuidados deberán ser diferentes.

Tipos de daños del pelo

Esencialmente existen dos tipos de daños del cabello : químicos y ambientales.

Evitar los daños provocados por el sol

Al igual que la piel, el pelo tiene que protegerse ante los daños de la luz ultravioleta. La radiación UV ejerce una acción sobre la cutícula similar a la decoloración, y acaba descomponiendo la Queratina (proteína del pelo). Esto puede provocar que el pelo se vuelva seco y frágil. Para evitarlo, basta con utilizar una gorra o sombrero que proteja al pelo del sol, o utilizar un produzco especial que actúe como protector solar del cabello.

Evitar los daños provocados por las altas temperaturas

La plancha, el rizador y el secador se han convertido en aliados imprescindibles de la estética. Algunas personas incluso usan diariamente la plancha para dejar liso su cabello. Esto a la larga provoca daños permanentes difíciles de arreglar. El calor torna quebradizo y frágil el pelo, escama la cutícula y abre las puntas.

Otros consejos para evitar dañar el cabello

Así pues, lo mejor para tener un cabello bonito, suave y brillante no es someterlo a múltiples cambios, sino cuidarlo para que crezca protegido y natural.

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