La aparición de la celulitis, especialmente en caderas y muslos, es algo bastante habitual. Si bien antes se recurría a la cirugía, hoy día existen numerosas técnicas que permiten eliminarla de una forma menos invasiva.
Celulitis: qué es y cuáles son los tipos
La celulitis (edematose-fibrosclerótica) es una acumulación de tejido adiposo en la capa más superficial de la piel (hipodermis), que forma nódulos de grasa, líquido y toxinas que el organismo no puede eliminar por sí solo. En la hipodermis se produce una alteración de la circulación que origina el aumento de células adiposas y el consiguiente aumento de tejido graso y engrosamiento de las paredes laterales, que forman esos ‘hoyuelos’ característicos de la celulitis. Aunque es más frecuente en glúteos y piernas también puede aparecer en otras zonas del cuerpo como vientre y brazos.
No todos los casos de celulitis son iguales sino que se distinguen principalmente tres tipos:
- Blanda: tipo más común, caracterizado por la flacidez y aspecto gelatinoso de la piel. Se identifica porque al tocarla se hunde, dando lugar a la piel de naranja.
- Dura (compacta): la piel se vuelve rígida y genera molestias y dolor en la zona, ya que aumenta la sensibilidad cutánea.
- Edematosa: suele ir acompañada de pesadez de piernas, calambres, dolor e incluso dificultad para moverse. Se produce una retención de líquidos que aumenta el volumen de la zona.
Cómo eliminar la celulitis
Existen diferentes tratamientos estéticos que sirven para eliminar la celulitis. No obstante, no todos son efectivos en cualquier caso. Para conseguir un resultado óptimo hay que identificar el tipo de celulitis que se tiene y elegir el tratamiento más adecuado.
- Carboxiterapia: consiste en realizar microinyecciones de dióxido de carbono en la zona a tratar, logrando una mayor oxigenación y mejorando la circulación para reducir las células adiposas. No sólo lucha contra la celulitis sino que también reduce la flacidez.
- Mesoterapia: tratamiento que consiste en inyectar pequeñas dosis de sustancias líquidas en la capa de la dermis en la que se encuentra la grasa. Estos componentes ayudan a disolver el exceso de grasas y toxinas, activando la circulación sanguínea y linfática para expulsarlas. Además la mesoterapia mejora la unión existente entre las moléculas del tejido conectivo y reestructura la matriz extracelular del ácido hialurónico y el colágeno, mejorando la flacidez de las zonas corporales.
- Criolipólisis: se basa en la aplicación localizada de temperaturas de entre -6 y -10 grados a las células de grasa para que se rompa su estructura y se favorezca su destrucción. Después las células muertas se eliminan de forma natural a través del hígado.
- Ozonoterapia: consiste en oxigenar los tejidos afectados por la celulitis mediante ozono inyectado para activar la circulación y eliminar la grasa depositada.
- Presoterapia: es una técnica que utiliza la presión del aire, a modo de masaje, para activar el sistema linfático. Este masaje se realiza a través de un traje neumático dotado de varias cámaras que distribuyen las presiones del aire de forma ascendente. Esto da al impulso a la corriente sanguínea para que regrese al corazón. La activación del drenaje linfático facilita la reducción y eliminación de las grasas.
- Cavitación: la aplicación de un ultrasonido de baja frecuencia sobre la piel somete a las células adiposas a una gran presión, haciendo que la membrana se rompa y la grasa pase a un estado líquido fácil de eliminar por el sistema linfático.
- Vacumterapia: a través de un proceso de succión se extrae parte del tejido que se desea eliminar a través de un drenaje. Esta técnica estimula la circulación sanguínea para mejorar la oxigenación y nutrición de la zona y elimina las toxinas y los edemas que acompañan a la celulitis. También mejora la alteración de las estructuras fibrosas y minimiza la apariencia de la piel de naranja.
- Radiofrecuencia: utiliza el calor para penetrar en la grasa. Al aplicar una alta temperatura las células adiposas se descomponen y liberan grasa líquida, encogiéndose posteriormente. Esta técnica fomenta el desarrollo de nuevo colágeno y elastina, por lo que no sólo se usa en caso de celulitis edematosa sino también de flacidez.
Consejos para evitar la celulitis
- Seguir una dieta sana y equilibrada, evitando grasas y carbohidratos. Tampoco se debe abusar de la sal, que produce retención de líquidos.
- Beber mucha agua: esta bebida promueve la eliminación de líquidos y toxinas retenidas en los tejidos.
- Hacer ejercicio físico: la vida sedentaria es uno de los motivos más comunes por los que aparece la celulitis. Ayudará a que mejore la circulación, se quemen grasas y se tonifiquen los músculos.
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol: ambos aumentan la presencia de desechos tóxicos en el torrente sanguíneo, lo que afecta a la oxigenación de las células e incrementa la presencia de radicales libres.
- Evitar los pantalones apretados, vestidos muy ajustados y tacones altos para que circule la sangre.
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