¿Una piel ‘glow’, suave y bien hidratada? ¡Sí, por favor! El ácido glicólico es el componente del momento por muchas razones. Te contamos en qué consiste y cómo utilizar el ácido glicólico para beneficiarte de todas sus propiedades para el cuidado de la piel.
Un tratamiento que hidrata la piel en profundidad
El ácido glicólico es un alfahidroxiácido (AHA) que se obtiene de la caña de azúcar y que nos permite tratar la superficie más profunda de la piel. Gracias a las pequeñas moléculas que lo componen, estas penetran mejor en la piel y llegan a las capas más profundas de esta.
Esto hace que sea más efectivo para suavizar arrugar, corregir la falta de luminosidad y eliminar las células muertas. Además, el ácido glicólico trata la piel dañada por el sol, afina los poros, lucha contra la piel grasa y regula el cutis mixto, por lo que se ha convertido en un imprescindible de la cosmética coreana.
Su concentración en cosmética varía entre el 4% y el 20%. Según los parámetros de este componente podremos beneficiarnos de unos u otros beneficios. Por ejemplo, las concentraciones más altas de producto se emplean en tratamientos antiarrugas, tratamientos para el acné y tratamientos de pigmentación. Mientras que las concentraciones bajas de ácido glicólico se enfocan en hacer exfoliaciones más ligeras sobre la piel.
También es importante saber que a una mayor concentración, más eficacia, pero también puede resultar más irritable para la piel. Por eso lo ideal es empezar a aplicarlo en dosis pequeñas.
¿Cómo se usa el ácido glicólico?
Si quieres incorporar el ácido glicólico a tu rutina de belleza, te proponemos empezar con concentraciones de un 8% de producto, aplicándolo en noches sueltas, dos o tres a la semana. Esto hará que la piel se acostumbre poco a poco a los AHA. En el caso de que apliques el producto por la mañana, deberás utilizar protector solar alto. Ya que estos ácidos eliminan las células muertas, disminuyendo la barrera que tiene la piel para protegernos de los daños externos.
Más adelante podrás aumentar la concentración para hacer tratamientos más intensos sin que la piel se dañe.
¿En qué paso de la rutina de belleza usar el ácido glicólico? Se recomienda usarlo después de la limpieza facial, con la piel completamente limpia.
Con la piel ligeramente húmeda, masajea el producto evitando el contorno de los ojos. Se puede usar con discos de algodón a modo de tónico.
