Pesadillas: ¿cuáles son las causas y los síntomas?

Todo el mundo, alguna vez en su vida, se ha despertado de forma abrupta, con un recuerdo vívido de una situación especialmente dura, triste o cruel. Según la Sociedad Española del Sueño, una pesadilla es un sueño que se caracteriza por resultar desagradable o aterrador y que habitualmente ocurre durante la fase REM, la más profunda de nuestro descanso. 

Sin embargo, no todas las personas que tienen pesadillas sufren un trastorno del sueño, ni mucho menos. Es frecuente que tanto niños como adultos las padezcan de forma esporádica; por ejemplo, un estudio recogido por la National Library of Medicine revelaba que el 47% de los estudiantes de instituto habían sufrido al menos una durante las dos semanas anteriores. Sin embargo, el trastorno asociado a las pesadillas en mucho menos frecuente: se estima que entre el 2 y el 8% de la población adulta sufre este tipo de problema, y lo hace cuando concurren varios factores, según la American Sleep Foundation:

  • Las pesadillas se repiten con mucha frecuencia. 
  • Afectan a tu vida cotidiana, tanto a la hora de desempeñar tu trabajo como de asistir a clases o relacionarte con otras personas. 
  • Causan somnolencia y problemas de concentración.
  • Provocan temor a acostarse o a la oscuridad. 

Factores desencadenantes

Aunque nadie es capaz de controlar los sueños ni se pueden explicar de forma científica, existen diversos factores que pueden contribuir a desencadenar las pesadillas, tanto físicos como psicológicos:

  • Estrés o ansiedad. El estrés es uno de los grandes enemigos de la mente humana y está causado por problemas personales, domésticos, escolares, laborales, etc. Cualquiera de estas situaciones puede provocar una pesadilla, con independencia de su intensidad: por ejemplo, un cambio vital significativo, como una mudanza o la muerte de un ser querido, puede ser el desencadenante de sueños tumultuosos. 
  • Situaciones traumáticas. Determinados episodios traumáticos como accidentes o situaciones violentas vividas en primera persona son otro de los principales factores que alimentan las pesadillas.
  • Privación del sueño. Otro de los factores que puede contribuir potencialmente a provocar pesadillas es precisamente las alteraciones del sueño provocadas por cambios de horario, que pueden alterar la calidad de tu descanso. El insomnio está asociado a un mayor riesgo de tener este tipo de desorden.
  • Medicamentos y abuso de alcohol. El consumo excesivo de alcohol y el uso de determinados medicamentos como algunos antidepresivos pueden convertirse también en un factor desencadenante.
  • Consumo de literatura y cine de terror. Como si ejercieran un efecto llamada, si consumes cine o literatura de terror antes de dormir tienes más riesgo de sufrir pesadillas, sobre todo si no estás acostumbrado a este tipo de contenidos. 
  • Cenas copiosas. Las comidas copiosas antes de acostarse también pueden resultar determinantes a la hora de sufrir pesadillas, especialmente si se mezcla con alcohol. 

¿Cuándo consultar a un especialista?

A pesar de que estos factores están objetivamente señalados como responsables a la hora de sufrir pesadillas, hay infinidad de situaciones adicionales que pueden provocarlas, y que tienen un componente estrictamente personal. En cualquier caso, también existen factores de riesgo que pueden contribuir a que seamos más propensos a sufrir este tipo de alteraciones. El más común es el factor hereditario: si tienes familiares directos que han padecido episodios de terror nocturno es más probable que tú también puedas sufrirlos.

Si eres de las personas que sufren pesadillas con relativa asiduidad, y que te provocan inseguridad o ansiedad, es posible que tengas que visitar a tu médico. De hecho, según la Sleep Foundation norteamericana, debes consultar a un especialista si se producen las siguientes situaciones: 

  • Si las pesadillas  ocurren más de una vez por semana.
  • Si afectan a tu sueño, a tu estado de ánimo o incluso a tu actividad cotidiana, de cualquier forma.
  • Si las pesadillas se repiten cada vez que inicias un tratamiento con una nueva medicación, porque puede existir una relación directa entre ambas. 

En caso de que tengas la determinación de acudir a tu médico, los expertos recomiendan hacer un seguimiento por escrito de los episodios que hayas sufrido para que el experto pueda comprender mejor la forma en que te afectan; en concreto, registra tus horas de sueño totales, y el número de veces que te despiertas por la noche, incluyendo debido a pesadillas. 

En cualquier caso, uno de los aspectos que debes cuidar es la salud de tu sueño, empezando por la calidad y las características de tu colchón. Si necesitas mejorar tu descanso lo primero que debes hacer es elegir el que mejor se adapta a tus necesidades. Cuando hayas encontrado tu colchón de espuma viscoelástica ideal disfrutarás de un mayor descanso y de una calidad del sueño increíble. 

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