Atrás han quedado los días de confinamiento y las fases de desescalada, en las que podíamos contar nuestras salidas con los dedos de una mano. Aunque con precaución, poco a poco estamos retomando nuestra rutina, eso sí, mascarilla incorporada en todo momento.
La mascarilla se ha convertido en el complemento por excelencia y eso nos ha llevado a tener que cambiar sí o sí la forma en la que nosmaquillamos. Con la mitad del rostro tapada, los ojos se han convertido en el centro de atención, desbancando así a tantos años en los que los labios podían marcar la diferencia de nuestro look.
Además, hablamos de un cambio no solo por estética, sino también por nuestra propia salud. Con la mascarilla transpiramos mucho más, generando ácidos grasos y proteínas que, al mezclarse con la base, pueden producir algún tipo de afección, como una infección acneica.
Una buena hidratación es fundamental
Como hemos anotado, con la mascarilla aumenta la transpiración, y eso puede resecar la piel e incluso producir algunas irritaciones en pieles sensibles. Por eso, debemos respetar más que nunca el rito diario de limpiar bien nuestra piel e hidratarla para repararla. Limpiar, tonificar e hidratar se convierten en más imprescindibles que nunca.
Los ojos, los grandes protagonistas
Con la mitad del rostro cubierto por la mascarilla, los ojos cobran más importancia que nunca y la fuerza de la mirada se multiplica. El corrector, la sombra de ojos y el eyeliner no pueden faltar en tu neceser de maquillaje. Tampoco podemos olvidarnos de las pestañas, a las que tendremos que dar un volumen extra.
Las cejas, nuestras grandes aliadas
Si la mirada cobra importancia y debemos prestar mucha atención al maquillaje en la zona de los ojos, no podemos dejar de mimar nuestras cejas. Serán nuestras grandes aliadas. No puede faltar un buen lápiz con el que rellenarlas, peinarlas y redefinirlas de forma que sean naturales y con personalidad.
Que no falte el fijador de maquillaje
Ahora que estamos en pleno verano y las altas temperaturas ya han hecho acto de presencia, el maquillaje y su durabilidad pueden pender de un hilo. Si al calor sumamos la mascarilla, un buen fijador para el maquillaje se hace imprescindible para que nuestro esfuerzo dure lo máximo posible.
