La operación de aumento de pecho o mamoplastia es una de las intervenciones quirúrgicas estéticas más demandadas por las españolas. Ante esta posible intervención muchas mujeres tienen dudas relativas a los riesgos, los cuidados y el precio de la operación.

Qué es una mamoplastia

La mamoplastia es una operación de pecho que busca aumentar el tamaño y la forma de las mamas gracias a la introducción de unos implantes colocados por detrás de la glándula mamaria o el músculo pectoral. Las causas para someterse a esta operación son variadas, aunque habitualmente se someten a ella mujeres con poco pecho o asimetría en las mamas, mujeres que han perdido su forma después de varios embarazos o mujeres que han padecido cáncer y están mastectomizadas. Sea cual sea la razón tras la decisión de someterse a esta operación, conviene tener en cuenta unos cuantos factores.

El momento apropiado para realizarlo

Para poder realizarse esta operación el primer requisito es que haya concluido el desarrollo físico. Dependiendo de la mujer la edad varía aunque generalmente se da por terminado el desarrollo cuando ni la altura ni el número de pie han variado en dos años. Independientemente de la edad, también es importante que la persona tenga madurez psicológica para afrontar la responsabilidad a largo plazo (por el postoperatorio) y los riesgos de esta operación.

La operación se puede realizar en cualquier época del año pero hay que elegir aquella en la que haya tiempo para someterse a la cirugía y al postoperatorio, ya que se necesita aproximadamente una semana de reposo en casa.

Los implantes

Existen diferentes prótesis en el mercado en función de su forma y composición (redonda, anatómica, de alto perfil…). Para seleccionarla se deben seguir los consejos del médico. No obstante lo mejor es que sea de gel alta cohesividad, ya que son más naturales, permiten la lactancia y la realización de estudios mamarios. Todas las marcas de prótesis autorizadas en España llevan el sello CE.

Las prótesis tienen una garantía para sustituirlas en caso de rotura. Para evitar que se rompan, en algunos casos se recomienda cambiarlas a los 10 o 15 años para que no den problemas.

El equipo médico y la instalación hospitalaria

Antes de someterse a una operación de este tipo es importante cerciorarnos de que el cirujano que la va a realizar es un buen profesional. Para ello lo mejor es consultar que el cirujano plástico sea miembro de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética).  Por otro lado, la operación se debe realizar en un centro hospitalario y no en una clínica. En cuanto a la anestesia, es más seguro usar la anestesia general que la local o la sedación, que añaden un riesgo innecesario.

Preoperatorio

Antes de realizar una mamoplastia es imprescindible acudir varias veces al cirujano para conocer todos los detalles y hacer un seguimiento médico del paciente. Como antes de cualquier operación, hay que realizar un análisis sanguíneo y un estudio electrocardiográfico para evaluar el riesgo anestésico. Además de esto hay que realizar una ecografía o mamografía de los senos para descargar tumores, quistes o nódulos mamarios.

Postoperatorio

Tras la operación se debe permanecer al menos 24 horas en el hospital para un mejor control del paciente. Según indican los médicos, no tiene por qué ser una intervención dolorosa pero se pueden sentir agujetas intensas en el músculo pectoral y presión en el tórax durante 3 días. Si no hay complicaciones se puede hacer una vida normal en 7 días, aunque para hacer deporte se debe esperar unas 4 semanas.

Una vez finaliza la primera etapa de la recuperación, se debe controlar periódicamente al paciente durante un año y después realizar revisiones clínicas durante los primeros 15 años de la prótesis. A partir de ese momento hay que realizar un control radiológico cada 5 o 10 años.

Todo el seguimiento tras la operación hasta el alta definitiva debe ser realizado por el mismo cirujano que realizó la intervención, ya que conocerá mejor el caso.

Precio de una operación de aumento de pecho

El precio de una operación de pecho dependerá en primer lugar en la técnica escogida y en el tipo de implante. Habitualmente las marcas que llevan más tiempo en el mercado son más caras, aunque su eficacia estará más probada. También influye en el precio la forma de los implantes.

No obstante, donde realmente varía el precio es en el personal y todo el procedimiento médico: estudio preoperatorio, anestesia (el precio dependerá de la duración de la intervención y su dificultad), equipo quirúrgico (cirujanos, enfermeras…), estancia hospitalaria y cuidados postoperatorios (sujetador especial, fisioterapia…). El precio de todos ellos dependerá de cada hospital y, por tanto, variará bastante el montante final.

De forma aproximada, el precio total de la operación de pecho puede variar entre 3.700 y 8.500 euros.

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