Mantas de sauna para usar en casa, qué son y para qué sirven

Cada vez existen más productos que nos permiten cuidarnos, sin salir de casa ni invertir en tratamientos costosos de estética. En este caso hablamos de las mantas de sauna de infrarrojos, una tecnología revolucionaria que además de ayudar en la quema de calorías, actúa contra el dolor, mejora la circulación y permite una mejor recuperación post-entrenamiento.

¿Qué son las mantas de sauna de infrarrojos?

Las mantas sauna de infrarrojos son dispositivos portátiles diseñados para simular los efectos de una sauna tradicional. Estos equipos están compuestos por capas de materiales resistentes al calor que contienen paneles emisores de infrarrojos que generan calor de manera uniforme y controlada.

El calor generado penetra debajo de la piel y eleva la temperatura central.

¿Cómo funcionan?

Las mantas saunas de infrarrojos funcionan emitiendo calor infrarrojo, que es un tipo de radiación electromagnética invisible que se encuentra en el espectro de la luz. A diferencia del calor convencional, que calienta el aire circundante, el calor infrarrojo penetra en la piel y calienta el cuerpo de adentro hacia afuera. Esto estimula la circulación sanguínea, promueve la relajación muscular y ayuda a eliminar toxinas a través del sudor.

Beneficios de las mantas sauna de infrarrojos

El uso de una manta sauna de infrarrojos es bastante sencillo. Simplemente hay que acostarse dentro de ella, ajustar la temperatura y el tiempo de tratamiento según las preferencias de cada persona, y dejar que el calor haga su trabajo.

Es importante seguir las instrucciones del fabricante y beber suficiente agua antes y después de cada sesión para mantenerse hidratado.

Con este uso, los usuarios pueden beneficiarse de los siguientes beneficios:

  • Desintoxicación: La sudoración inducida por el calor infrarrojo ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, incluyendo metales pesados y productos químicos acumulados.
  • Relajación y alivio del estrés: El calor infrarrojo promueve la relajación muscular y reduce el estrés al liberar endorfinas, las «hormonas de la felicidad».
  • Pérdida de peso: El aumento de la temperatura corporal y la sudoración pueden ayudar a quemar calorías y promover la pérdida de peso.
  • Mejora de la circulación: El calor infrarrojo dilata los vasos sanguíneos, mejorando la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno a los tejidos.
  • Alivio del dolor: Se ha demostrado que el calor infrarrojo alivia el dolor muscular y articular, así como el dolor asociado con condiciones como la artritis y la fibromialgia.

Como hemos podido ver, estos equipos ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud y el autocuidado. ¿Y tú?, ¿Te animarías a probar una manta de sauna de infrarrojos en casa?

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