¿Cómo diferenciar el amor de la obsesión amorosa?

El amor y su capacidad para desencadenar emociones intensas, a veces se confunde con la obsesión amorosa, un terreno más oscuro que puede ser perjudicial tanto para la salud emocional como para nuestras relaciones.

A través de señales identificadas por los profesionales de esta área, es posible distinguir estos dos extremos y fomentar relaciones más equilibradas y saludables con nosotros y los demás.

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Hormonas y comportamientos: Amor versus Obsesión

El amor desencadena la liberación de hormonas en el cerebro, alterando nuestra percepción y comportamiento. Sin embargo, la obsesión se manifiesta a través de pensamientos intrusivos que conducen a comportamientos insanos y extremos. Cuando estos comportamientos alcanzan niveles preocupantes, podría estar surgiendo un trastorno conocido como ‘limerencia’, caracterizado por la dependencia emocional y pensamientos compulsivos.

Celos o respeto por el espacio personal

En el amor, se respeta el espacio personal del otro, permitiendo que ambas partes mantengan sus actividades diarias sin interferencias. En cambio, la obsesión puede generar celos intensos, llevando a invasiones del espacio ajeno y poniendo barreras a la libertad del otro miembro de la pareja.

Pensamientos persistentes

En el enamoramiento, es natural que ciertos estímulos nos recuerden a la persona amada. Sin embargo, la obsesión lleva estas asociaciones a extremos extravagantes y persistentes, interfiriendo en la vida diaria. Mientras que en el amor, los pensamientos son complementarios, positivos y saludables.

Afrontando la realidad, diferenciar entre amor y obsesión y frustración amorosa

La obsesión conlleva expectativas excesivas y una demanda irreal de implicación en la relación. Esto puede generar una sensación de estancamiento irreal, causando angustia, depresión y ansiedad. En el amor, se comprenden los cambios en la relación y se afrontan de manera lógica y emocionalmente estable.

Humanización vs cosificación

El amor reconoce al otro como un ser humano con derechos y libertades. La obsesión conduce a la cosificación, tratando a la persona como un objeto posesivo. Este proceso puede imponer normas restrictivas sobre la libertad y generar una exclusividad enfermiza.

Miedos e inseguridades

La obsesión puede alimentar miedos al rechazo, baja autoestima e inseguridades, generando la idea de invalidez. En el amor, desde una base de amor propio, se afrontan los cambios de manera sana y la reciprocidad se busca desde un estado equilibrado y no compulsivo.

Diferenciar el amor saludable de la obsesión requiere autoconocimiento, empatía y la capacidad de establecer límites. Estar alerta a estas señales puede ayudar a construir relaciones más equilibradas y satisfactorias.

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