Nuestra sociedad es una gran privilegiada en cuanto a elementos que nos ayudan a dormir mejor y descansar más: Colchones de última generación, equipos que mejoran las condiciones ambientales y climáticas idóneas y un largo etcétera. Sin embargo, el ritmo de vida que llevamos, el estrés, la ansiedad y el uso de pantallas, se convierten en grandes enemigos de la calidad de sueño.
En este artículo te contamos cuáles son los hábitos diarios que puedes adquirir para mejorar tu descanso y calidad de sueño.
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Establece un horario de sueño
Fijar una hora regular para acostarte y despertarte es esencial para regular tu reloj biológico. Incluso los fines de semana, trata de mantener el mismo horario, aunque sabemos que es complicado, te ayudará a mejorar tu calidad de sueño en el día a día.
Levántate sin demorarte
Cuando suene la alarma o te despiertes, levántate sin remolonear en la cama. Alargar la hora de levantarte puede interrumpir tu ciclo de sueño.
Luz natural
Intenta recibir luz natural dentro de los primeros 30 minutos después de despertarte. Esto ayuda a regular tus ritmos circadianos y mejora la calidad del sueño.
Desayuna temprano
Consume tu desayuno dentro de la primera hora después de despertarte. Esto ayuda a regular tu ritmo circadiano y proporciona energía para el día.
Controla las siestas
Si decides tomar una siesta, asegúrate de que sea lo antes posible y que no sea demasiado larga. Si las siestas prolongadas te dificultan conciliar el sueño por la noche, considera reducirlas o evitarlas.
Evita la cafeína y el alcohol
No consumas cafeína al menos 6 horas antes de acostarte. La cafeína puede mantener tu sistema nervioso activo y dificultar el sueño.
Cena temprano
No comas o meriendes en las 3 horas previas a acostarte. La digestión puede perturbar tu sueño, y acostarte con el estómago lleno puede causar molestias.
Mantente activo
Mantén un nivel activo durante el día, incluso si no haces ejercicio intenso. Opta por caminar en lugar de usar el ascensor o realiza pausas activas durante el trabajo.
Practica la meditación
Dedica unos minutos cada día, especialmente dentro de las 3 horas antes de acostarte, para meditar y realizar respiraciones profundas. La meditación y la respiración pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, lo que facilita el sueño y mejora la calidad del sueño.
Evita las pantallas
Uno de los hábitos más desafiantes pero cruciales es eliminar las pantallas al menos una hora antes de acostarte. La luz azul de los dispositivos electrónicos puede suprimir la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño.
Es importante recordarnos que mejorar la calidad del sueño no se trata solo de cuánto tiempo pasas en la cama, sino de la calidad de ese tiempo. Al adoptar estos hábitos saludables, puedes promover un sueño reparador y disfrutar de importantes beneficios para tu bienestar físico y mental.
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