Mirar las redes sociales, el correo o el whatsapp antes de irnos a dormir, es algo que hemos normalizado y que la mayoría de personas hacemos cada noche. Pero cada vez existen más evidencias de los efectos negativos del uso de pantallas antes de ir a dormir. Entre otras cosas, porque el uso de pantallas afecta a la producción de melatonina, uno de los grandes responsables de la gran cantidad de personas con problemas de sueño.
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A continuación te contamos algunos de los grandes motivos por los que no usar pantallas antes de dormir, dejando al menos dos horas de margen.
Retraso en la liberación de melatonina
La luz azul de las pantallas electrónicas suprime la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Cuando nos exponemos a la luz azul en la noche, especialmente antes de dormir, nuestro cerebro interpreta que aún es de día y retrasa la liberación de melatonina, lo que dificulta conciliar el sueño.
Alteración del ritmo circadiano
Nuestro cuerpo tiene un ritmo circadiano interno, que regula los patrones de sueño y vigilia. La exposición a la luz azul en las pantallas antes de dormir puede alterar este ritmo circadiano, haciendo que nos sintamos más alerta en momentos en los que deberíamos estar relajándonos para conciliar el sueño.
Dificultad para conciliar el sueño
El uso de pantallas antes de ir a dormir puede llevar a dificultades para conciliar el sueño. La estimulación mental y emocional que proporcionan los contenidos de las pantallas puede activar nuestro cerebro, dificultando el proceso de relajación necesario para dormir profundamente.
Disminución de la calidad del sueño
Incluso si logramos conciliar el sueño después de usar pantallas, es posible que experimentemos una disminución en la calidad del sueño. La exposición a la luz azul puede reducir la cantidad de sueño profundo y REM, lo que puede resultar en despertares frecuentes durante la noche y una sensación de no haber descansado lo suficiente al despertar.
Fatiga y somnolencia diurna
La falta de un sueño reparador debido al uso de pantallas antes de ir a dormir puede llevar a la fatiga y somnolencia diurna. Esto puede afectar negativamente nuestra concentración, rendimiento laboral y calidad de vida en general.
Impacto en la salud mental
Está demostrado que la exposición prolongada a pantallas antes de dormir puede tener un impacto en nuestra salud mental. El contenido estimulante, las noticias negativas o las interacciones en redes sociales pueden generar estrés, ansiedad y afectar nuestro estado de ánimo, lo que a su vez puede dificultar el descanso nocturno y empeorar la calidad del sueño.
¿Cómo minimizar los efectos negativos del uso de pantallas antes de dormir?
Para minimizar los efectos negativos de las pantallas antes de ir a dormir, es recomendable seguir algunas prácticas:
- Establecer una rutina de apagado de pantallas al menos dos horas antes de acostarse.
- Crear un ambiente propicio para el sueño en el dormitorio, alejado de dispositivos electrónicos.
- Implementar hábitos relajantes antes de dormir, como leer un libro, tomar un baño caliente o practicar técnicas de relajación.
- Cenar al menos dos horas antes de dormir.
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