Entre todos los tipos de cosméticos, el exfoliante está ganando una gran popularidad. Todos hablan de lo importante que es exfoliarse la piel, pero, ¿Sabemos por qué?, ¿Y cuáles son los exfoliantes más adecuados para cada persona? No te preocupes, te lo contamos todo sobre estos curiosos e interesantes productos de belleza.
¿Para qué sirve el exfoliante?
Cuidar la piel es muy importante, no sólo para tener un aspecto más juvenil y vernos físicamente mejor, también es esencial para la salud general.
La piel, como órgano más grande del cuerpo, se ocupa de protegernos de sustancias extrañas, y de eliminar toxinas del cuerpo.
Y entre todos los cuidados que podemos hacer en la piel, el exfoliante es uno los imprescindible, por los siguientes motivos.
El exfoliante ayuda a eliminar las células muertas
La piel se expone a diario a agresiones medioambientales como la contaminación, el sol o el aire. Y a esto se suma el efecto que tiene en ella el estrés y nuestra mala alimentación.
Estos factores hacen que aparezcan arrugas prematuras y una textura áspera, así como algunas enfermedades más preocupantes como el cáncer.
Las células cutáneas se renuevan constantemente. Para ello, éstas emergen a la superficie de la piel en forma de escamas o estructuras sin vida y acaban cayéndose por el lavado o la fricción.
En cambio, los residuos conocidos como células muertas no llegan a caerse, acumulándose en la superficie y dando un aspecto opaco y deshidratado. Pero por suerte, este problema tiene una fácil solución: La exfoliación semanal.
Exfoliante para prevenir el envejecimiento de la piel
El envejecimiento es un proceso natural de la piel que no perdona a nadie. Las células, tanto del cuerpo, como del rostro se van deteriorando y la piel pierde elasticidad. Además, las células van envejeciendo y se produce una descamación más profunda si no se van eliminando. Por esto, el exfoliante tiene un papel muy importante en el proceso de envejecimiento.
La exfoliación prepara la piel para otros tratamientos
Si se usa un buen exfoliante de manera adecuada, nuestra piel estará mejor preparada para afrontar otros tratamientos de belleza. Por ejemplo, la exfoliación prepara la piel para evitar que se formen vellos enquistados con la depilación. De igual forma, al eliminar las células muertas con peelings y exfoliantes, las cremas, el autobronceado y los demás tratamientos de belleza que se aplican sobre la piel actuarán con más eficacia.
Por otro lado, la exfoliación también realza el bronceado, haciendo que el color se vea más intenso, uniforme y sin manchas.
Cómo usar un exfoliante de manera adecuada
Para que el exfoliante cumpla con su acometido, lo primero es adquirir un producto de calidad.Luego, si queremos que este funcione, también es imprescindible usarlo de la manera adecuada.
Limpiar, exfoliar e hidratar
Los expertos coinciden en que para conseguir la máxima eficacia del exfoliante, el proceso debe conformarse de tres pasos: Limpiar, exfoliar e hidratar.
Es decir, lo primer es limpiar la piel con un gel adecuado o jabón neutro, exfoliar con un buen exfoliante con la piel aún húmeda, y finalmente proceder a aplicar una crema específica que hidrate e impida la resequedad, la cual penetrará fácilmente gracias a la exfoliación.
Consejos para exfoliar la piel
El número de veces que utilicemos un exfoliante al mes dependerá de nuestro tipo de piel. En este sentido, las pieles grasas son las más beneficiadas con la exfoliación, ya que los poros quedan libres de impurezas y no hay lugar para puntos negros ni granos. En cambio, si tienes la piel muy seca, los exfoliantes más abrasivos pueden resultar muy perjudiciales, así como aquellos que tienen sales de mar.
Pero por norma general, con aplicar una vez a la semana la piel del rostro con exfoliantes faciales, y la del cuerpo con exfoliantes corporales, será suficiente. Aunque si se trata de un exfoliante de granos pequeños y suave, podría utilizarse dos veces a la semana. Eso sí, la piel deberá estar siempre limpia y húmeda.
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