Con el inicio del nuevo año son muchos los deseos y propósitos que esperamos poder cumplir.
Buena salud para nuestros seres queridos y para nosotros mismos es uno de los deseos más recurrentes en estas fechas, y no es para menos porque un buen funcionamiento de nuestro organismo nos otorga poder disfrutar de la vida mucho más tiempo.
En la mayoría de las ocasiones relacionamos salud con un bienestar aparentemente superficial de nuestro cuerpo, pero este es un error que tendemos a cometer. No todos nuestros males nos alertan del mismo modo, por ello es importante saber percibirlos a tiempo y aplicar los cuidados necesarios para que todo esté en perfectas condiciones.
El sistema digestivo es esencial para un correcto funcionamiento de nuestro organismo. Este se encarga de extraer de los alimentos los nutrientes que nos sirven para producir la energía y de eliminar los desechos que se producen durante el proceso de digestión. Además, el 70% de nuestras defensas se encuentran en nuestro intestino, por lo que un cuidado exhaustivo de este es fundamental para un buen rendimiento.
Factores desencadenantes
En ocasiones nos metemos de lleno en nuestra rutina diaria y dejamos en un segundo plano síntomas que nos alertan de un mal funcionamiento de nuestro tránsito intestinal: molestias en el estómago ocasionadas tras algunas comidas, no ir al baño con regularidad, notar pesadez al acostarnos por la noche e incluso la pérdida de apetito. Algunos de los factores que provocan estos síntomas pueden ser:
– Los cambios de hábitos: nuestra alimentación se ve trastocada en numerosas ocasiones. Estos cambios de hábitos alimenticios provocan que nuestro tránsito intestinal se vea afectado.
– El exceso de trabajo: trabajar en exceso provoca que se realicen comidas a deshoras, un consumo mayor de comida rápida y menor de porciones de frutas y verduras. Las jornadas intensas producen estrés laboral que van relacionadas también con menor ingesta de agua y reducción de la actividad física. Todo esto repercute en el equilibrio de la flora intestinal y aumenta el desequilibrio intestinal.
– El estrés: el sufrimiento de estrés altera los movimientos peristálticos del intestino como consecuencia de una reducción del aporte sanguíneo al tracto intestinal. Los movimientos del intestino grueso se enlentecen y causan el conocido estreñimiento.
Consejos para ayudarte a mejorar el tránsito intestinal
La buena noticia es que, una vez hayamos percibido ese funcionamiento incorrecto de nuestro tránsito intestinal, podremos aliviar los síntomas y reducirlos con cambios sencillos:
– Haciendo ejercicio con regularidad.
– Comiendo productos ricos en fibras y bebiendo la cantidad de agua diaria recomendada por los profesionales.
– Evacuando cuando el cuerpo lo pide, sin posponer el momento.
– Reconociendo qué factores son estresantes en nuestro día a día e ir puliéndolos.
Complemento alimenticio elaborado con ingredientes de origen natural (hojas de sen, hibisco, regaliz y menta). Su formulación exclusiva, contiene sen que ayuda a favorecer el tránsito intestinal.
Hay que tomar la cantidad equivalente a media cucharada de café antes de acostarse y puedes encontrarlo en formato comprimidos o tomarlo como una infusión.
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