Muchas personas recurren a los tintes para tapar las canas o darle un nuevo estilo a su pelo. Aunque se puede acudir a una peluquería para tintarse el cabello, también existe la opción de hacerlo en casa. Hoy en día existen multitud de marcas que venden tintes preparados para aplicárselos uno mismo en el baño. Si bien el proceso no es complicado, es imprescindible seguir de forma organizada los pasos marcados y evitar los siguientes errores.
- Elegir mal el color del tinte: no es posible pasar de pelo moreno a rubio con un tinte casero. Si se va a tintar el cabello en casa es recomendable seleccionar un tinte cuyo color sea máximo dos tonos más claro o más oscuro que el que se tiene. Para cambios extremos es mejor acudir a una peluquería, especialmente si hay que decolorar el cabello primero. Para elegir bien el color del tinte es imprescindible saber cuál es el tono inicial del cabello. Para saberlo se puede comparar el color del pelo con los mechones de muestra que tienen muchos envases de tinte.
- No hacerse antes la prueba de alergia: es recomendable que antes de aplicar el tinte se compruebe si la piel reacciona al mismo. Para asegurarse de que no va a generar alergia, hay que aplicar un poco de tinte detrás de la oreja y dejarlo ahí durante un día. Si no aparece irritación, se puede aplicar tranquilamente en el pelo. En caso de que la piel se enrojezca, no se debe utilizar el tinte y hay que buscar uno que sea más natural.
- No preparar todo lo necesario antes de empezar. Hay que tener a mano el tinte y todos los accesorios: toalla para ponerla sobre los hombros, ropa vieja, pinzas para el pelo, cronómetro, peine, cuenco, guantes y pincel.
- No ponerse crema en el contorno del pelo: es aconsejable ponerse crema hidratante o aceite alrededor del cuero cabelludo (es decir, en la frente, detrás de las orejas y la zona de la nuca). Esto evita que se manche la piel. No obstante, hay que tener cuidado porque, si el pelo se impregna de crema, podría no teñirse bien.
- Lavarse el pelo justo antes de teñirlo: el color agarra mejor cuando el pelo está seco y algo sucio. Al lavarlo, se elimina el sebo natural del cuero cabelludo, que es el que consigue que los pigmentos del tinte se fijen mejor. Por eso hay que esperar 24 o 48 horas tras lavar el pelo para aplicar el color.
- No leer y seguir las instrucciones: es imprescindible seguir cada uno de los pasos marcados por el fabricante del tinte, respetando el proceso y los tiempos de espera.
- No tener suficiente tinte: antes de empezar hay que asegurarse de que se dispone de suficiente cantidad de tinte. Si falta un poco el resultado podría ser desigual. Cuando el cabello es corto basta con un bote pero, si llega hasta los hombros, se necesitarán al menos dos.
- Echarse el tinte sin seguir un orden: aplicar brochazos de tinte sin seguir ningún orden provocará que al final haya zonas que no estén bien cubiertas. Es imprescindible ser metódico para conseguir un color intenso, uniforme y bonito.
- No proteger el cabello: el tinte castiga mucho el pelo, volviéndolo frágil y sensible. Por ello es importante aplicar primero un protector de cabello.
- No pedir ayuda: aunque es posible tintarse sola, es recomendable contar con alguien que pueda indicar si el tinte está bien distribuido, especialmente por la nuca.
- No aplicar acondicionador: el bote de tinte suele ir acompañado de un acondicionador cuya fórmula está pensada para ayudar a fijar el color. Tras enjuagar el tinte hay que echárselo entero.
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