Después de la temporada de verano, la playa, la piscina y el sol habrán pasado factura en nuestra piel. Si a todo esto sumamos el efecto de las cremas, el maquillaje y el paso del tiempo, el resultado es que necesitaremos dar un respiro a nuestra piel y regenerarla. El peeling químico es la solución que estabas esperando.
El peeling químico es uno de los tratamiento estrella para rejuvenecer la piel de forma no invasiva. Consiste en la aplicación de una solución ácida que exfolia y renueva las capas más superficiales de la piel. Además, sirve para la eliminación de manchas, cicatrices, arrugas y poros dilatados. Todo gracias a estimular la producción de colágeno.
Tipos de peeling químicos
Existen diferentes tipos de peeling químicos, en función de lo que queramos conseguir con este tratamiento. Lo mejor es ponernos en manos de un especialista que analice nuestro tipo de piel y nos aplique la mejor fórmula indicada para nuestro caso.
- Peeling superficial. Se suele utilizar para las arrugas finas, las marcas de acné y los poros abiertos. Aporta luminosidad al rostro a la vez que le proporciona a la piel un aspecto más uniforme. Provoca un enrojecimiento que suele desaparecer a las pocas horas de haber realizado el tratamiento.
- Peeling medio. En este caso se utiliza para tratar arrugas finas y medias, manchas ocasionadas por el sol y el envejecimiento solar o senil. Tras el tratamiento, el enrojecimiento de la piel es más visible y provoca una leve descamación que durará algunos días.
- Peeling profundo. Afecta a las capas más profundas de la piel para corregir cicatrices, arrugas profundas, marcas de acné severo y pigmentaciones. En este caso la piel necesita más tiempo de recuperación, ya que el tratamiento es más agresivo.
Recomendaciones para realizarte un peeling químico
Cuando hablamos de un peeling químico, hablamos de un tratamiento que irrita la piel durante horas o días, en función del tipo de peeling que nos realicemos. Por eso, debemos cuidar la piel tanto antes como después del tratamiento evitando la exposición solar y utilizando protección. De esta forma, la mejor época para someternos a un peeling químicos es el otoño o el invierno.
Por otro lado, y aunque en un principio cualquier persona puede realizarse un peeling químico, no está indicado para mujeres embarazadas y durante la lactancia. Finalmente, como en cualquier otro tratamiento, deberemos ponernos siempre en manos de un profesional de confianza y seguir todas sus recomendaciones.