Sérum facial: qué es y cómo usarlo

El sérum facial es un producto que se ha abierto paso en la rutina de cuidado del rostro y que cada vez utilizan más personas. Complemento de la crema, que no sustituto, aporta grandes beneficios para todo tipo de pieles.

Qué es el sérum facial

El sérum facial es un producto para rostro y cuello caracterizado por una alta concentración de ingredientes activos, que se absorben y penetran rápidamente en la piel gracias a su base acuosa, que le da una textura ligera.

Por su rápida absorción, sus resultados son más visibles en menos tiempo y su eficacia es mayor que la de una crema clásica, a pesar de que suele contener menos ingredientes que ésta. El sérum además tiene un acabado no graso que permite aplicar después el maquillaje o crema habitual. En función de los componentes que incluya, el sérum puede proporcionar diferentes resultados y alcanzar capas más profundas de la piel.

Cómo elegir un sérum

Existen tipos diversos de sérum: antiedad, hidratante, antimanchas, antiacné… La selección del mejor para cada persona dependerá del tipo de piel y del resultado que se busque. Asimismo hay que pensar en la textura que más se adecúa a cada uno, ya que está disponible en formato gel, aceite, emulsión…

Los componentes de cada sérum están preparados para un fin concreto y, por tanto, la elección del mejor dependerá de los componentes que contenga y del objetivo que se pretenda conseguir. Para pieles secas, por ejemplo, es buena idea que el sérum contenga glicerina o ácido hialurónico que hidrate la piel. Para pieles con acné son apropiados los sérums con ácido salicílico, dióico o glicólico; mientras que para conseguir un efecto antiarrugas es mejor que el sérum contenga epiderfil, un activo formado por ácido hialurónico fragmentado que rellena las líneas de expresión desde dentro. También los hay con ácido ascórbico, que tiene efecto iluminador o unificador del tono de la piel.

Beneficios del sérum facial

La aplicación de sérum facial tiene una serie de beneficios:

  • Su absorción es inmediata y sin dejar residuos grasos en la cara.
  • Actúa rápido.
  • Repara profundamente la piel.
  • Se pueden usar a cualquier edad. Tan sólo hay que escoger el producto más adecuado al tipo de piel.
  • Llega a las capas de la piel a las que no pueden acceder otros productos.
  • Por su textura ligera, no se necesita mucha cantidad para cubrir todo el rostro, cuello y escote.

Su principal inconveniente es que la concentración de los principios activos puede provocar irritación en pieles secas o muy sensibles.

Cómo usar el sérum

A la hora de aplicar el sérum el rostro debe estar seco y limpio para optimizar la penetración de los activos, por lo que hay que utilizarlo después de desmaquillarse. No hay que usar grandes cantidades de este producto, sino que unas pequeñas gotas bastan para cubrir todo el rostro, cuello y escote gracias a su textura ligera. Dichas gotas se deben extender desde la parte interna del rostro a la externa, realizando movimientos circulares y pequeños toquecitos, ya que el masaje con las yemas permite una mejor penetración.

El sérum se puede aplicar dos veces al día (por la mañana y por la noche) o sólo por la noche. En caso de utilizarlo durante el día, conviene complementarlo con algún filtro solar o crema facial con factor de protección para evitar el fotoenvejecimiento de la piel. Por último, si bien el sérum aporta mayor eficacia que una crema clásica, no hay que sustituirla, sino que se pueden usar ambos productos. Una vez que la piel ha absorbido el sérum, está lista para aplicar la crema de día o de noche correspondiente.

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