Tratamientos para el rejuvenecimiento facial

Con el paso de los años, el estrés y el cansancio, el rostro va acumulando diferentes marcas. Entre ellas, las arrugas son las que más preocupan a muchas personas, que notan como su tez parece más envejecida de lo que realmente es. No obstante, hoy en día existen múltiples tratamientos faciales de rejuvenecimiento que consiguen disminuir las arrugas y hacer que el rostro luzca radiante y más joven.

Elegir una u otra técnica depende del caso particular de cada persona. Hay algunos que se basan en el uso de láseres o máquinas de ondas, mientras que otros emplean rellenos. Estos son algunos de los tratamientos más empleados para el rejuvenecimiento facial.

Mesoterapia

La mesoterapia es una técnica que consiste en realizar una serie de microinyecciones con principios activos en la capa media de la piel, situada a 4 o 6 mm bajo la superficie. Estos principios pueden ser, entre otros, vitaminas, minerales, ácido hialurónico, aminoácidos o ácidos nucleicos. Al inyectarse en lugar de aplicarse sobre la piel, los efectos de estos principios son mayores. Además, la simple punción origina una regeneración inmediata en la piel. En función de los principios activos utilizados se conseguirá un efecto tensor y reafirmante, de luminosidad o despigmentante, entre otros.

HIFU

Es un tratamiento que emplea energía ultrasónica concentrada en un haz de luz para rejuvenecer el rostro y también el cuello, escote y manos. El HIFU estimula la creación de nuevo colágeno y elastina, eliminando arrugas, líneas de expresión y flacidez leve o moderada.

Radiofrecuencia

La radiofrecuencia es un tratamiento estético no invasivo que funciona mediante el calentamiento por fricción de determinadas zonas con ondas electromagnéticas. Al igual que el HIFU, estimula la formación de colágeno y elastina mejorando la textura, tersura y elasticidad de la piel. Asimismo reduce las arrugas y mejora la apariencia de las cicatrices.

Láser Co2 fraccionado

Es un tratamiento que emplea luz fraccionada de láser para tratar las capas profundas de la piel sin causar daños al tejido adyacente. Habitualmente no se requiere más de una sesión y ofrece resultados similares a los de un ‘lifting’. Sirve no sólo para reducir las arrugas sino también cicatrices, poros dilatados, manchas, fotoenvejecimiento y textura irregular y laxitud de la piel.

Hilos tensores

El tratamiento con hilos tensores consiste en la inserción bajo la dermis de unas sustancias biológicas en forma de hilo que tensan la piel. El objetivo de este tratamiento es el mismo que el de un ‘lifting’ pero sin recurrir a la cirugía: disminuir la flacidez facial. No obstante, no sirve para eliminar las arrugas y, además, su efecto es limitado en el tiempo (hasta que se reabsorben los hilos).

Peeling químico

El ‘peeling’ consiste en aplicar una solución química sobre la piel del rostro para desprender las capas superiores dañadas de la misma.  Al eliminar las células muertas de estas capas, se revelan otras más nuevas y suaves, lo que da lugar al rejuvenecimiento y desaparición de imperfecciones y arrugas.

Relleno con ácido hialurónico

Se trata de una técnica ambulatoria que no requiere anestesia. Consiste en la infiltración de ácido hialurónico en las arrugas y líneas de expresión para que se rellenen al momento. No obstante, con el tiempo el ácido hialurónico es reabsorbido por el cuerpo, por lo que sus efectos se disipan entre 12 y 24 meses después.

Botox

El botox es la técnica más conocida para el rejuvenecimiento facial sin cirugía. Consiste en la infiltración de toxina butolínica que frena la progresión de las arrugas al relajar los músculos responsables de formar las líneas de expresión. Sus efectos duran unos seis meses. Es importante elegir a un especialista en el tratamiento para que no surjan efectos secundarios.

Tratamientos quirúrgicos de rejuvenecimiento facial

Someterse a una cirugía conlleva siempre una serie de riesgos, aunque sus resultados suelen ser más definitivos que los de los tratamientos no invasivos. Para el rejuvenecimiento facial existen principalmente estas intervenciones:

  • Lifting o estiramiento facial: su objetivo es eliminar la piel descolgada o sobrante. Ya que requiere de un ingreso hospitalario durante al menos un día, lo mejor es probar primero otras técnicas de rejuvenecimiento para ver si dan resultado.
  • Blefaroplastia: su objetivo es reducir el aspecto de párpados descolgados que aparece a consecuencia de la edad. El cirujano extrae los pequeños núcleos de grasa que se forman bajo los párpados y después reduce la cantidad de piel sobrante, logrando un rejuvenecimiento de la mirada.

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