La caída del pelo es un problema que preocupa a muchos hombres con la edad y que les lleva a preguntarse si son efectivos los champús anticaída. Con la llegada del otoño, la pérdida de cabello se incrementa tanto en hombres como en mujeres y esto hace saltar la alarma, ¿estamos perdiendo pelo con más abundancia de la habitual? ¿Cómo puedo solucionarlo?

Para comenzar, hay que ser conscientes de que perder cabello diariamente es algo normal, sobre todo en otoño. Cada día es habitual que caigan de la cabeza entre 50 y 100 pelos para que crezcan nuevos. No obstante, si a simple vista observamos que se desprenden más cabellos de lo normal (por ejemplo si la almohada amanece llena de ellos), es recomendable acudir a un dermatólogo para un diagnóstico adecuado.

La caída abundante del cabello se puede producir por una alteración del ciclo de caída y crecimiento del pelo. Si las raíces foliculares se ven afectadas por distintas causas es cuando dejan de “fabricar” cabello.

Causas de la caída del pelo

En cualquier caso, es habitual que la caída del pelo sea consecuencia de varias de estas causas y no de una sola.

Eficacia del champú anticaída

Dado que la raíz folicular se encuentra a 3 y 4 milímetros de la epidermis, al aplicar el champú por el cabello, se extiende sobre la piel pero no logra penetrarla hasta la raíz folicular. Por ello los champús para la caída del cabello no son soluciones eficaces para frenar la caída del cabello o fomentar que vuelva a crecer. Sí sirven para mantener el cuero cabelludo en buen estado y libre de seborrea, algo importante para el tratamiento de algunas causas de la alopecia. Por tanto, se puede utilizar como complemento de otros tratamientos frente a la caída del pelo.

Otros tratamientos para la pérdida del cabello

Para la alopecia androgénica (calvicie común), uno de los tratamientos más utilizados es el minoxidil, un medicamento vasodilatador que se recomienda en la fase inicial de la pérdida del cabello como solución preventiva. Si aún no se han destruido los folículos pilosos, el minoxidil aumenta el flujo sanguíneo para que lleguen más nutrientes, y de esta manera prolongar la actividad de los folículos, interrumpiendo la caída. Progresivamente, se irá regenerando el pelo y crecerá cada vez más grueso.

Sólo para hombres, otra solución es la finasterida, un principio activo administrado por vía oral para evitar que la enzima 5 alfa reductasa convierta a la testosterona en DHT (dihidrotestosterona). La DHT estimula la glándula sebácea, aumentando la secreción de la seborrea y conduciendo a la pérdida del cabello. Tanto en este caso como en el del minoxidil, una vez empezado, el tratamiento exige continuarlo de por vida ya que, si se interrumpe, se puede perder el cabello regenerado.

Si ya no es posible incentivar la actividad de los folículos pilosos porque se ha parado o ralentizado, se puede recurrir al transplante capilar. Es una técnica mínimamente invasiva que permite recuperar densidad de forma natural.

Prevención de la caída del pelo

En el caso de que la calvicie no sea producida por motivos genéticos (ante lo cual no hay prevención), se pueden tomar las siguientes medidas para evitar la pérdida de cabello:

Lavarse el pelo de forma habitual también nos evitará la caída del cabello por una sencilla razón. Al lavarlo, se desprenden los pelos que se están renovando y caerá el cabello acumulado de varios días. Si pasan muchos días sin tirar de estos cabellos renovados, parecerá que al lavarlo cae más de lo habitual, lo que puede provocar un estrés que, a su vez, empeorará la caída.

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