La calidad de nuestro descanso es muy importante, ya que la falta de sueño influye en nuestro bienestar y salud. Dormir bien depende de varios factores y uno de los más importantes es disponer de la cama correcta. La elección inadecuada de colchón, somier y almohada puede provocar molestias, dolores de espalda y una mala calidad del sueño. Por ello, es importante prestar atención a los diversos elementos que componen una cama para escoger los que mejor se adapten a nuestras necesidades.
Colchón
En qué fijarse al elegir la cama ideal
El colchón es el elemento principal de la cama y su elección debe basarse en aspectos como el nivel de firmeza, el material y el soporte que ofrece. Un buen colchón debe ofrecer un equilibrio entre soporte y adaptabilidad. Sin embargo, no existe un nivel de firmeza ideal para todo el mundo, algunas personas prefieren colchones firmes porque brindan más soporte a la espalda, mientras que otras optan por modelos más suaves que se adapten mejor a la forma del cuerpo.
El tamaño del colchón dependerá del espacio disponible y de las necesidades personales. Para una persona, una cama individual de aproximadamente 90 centímetros de ancho es suficiente, pero para parejas es recomendable al menos una cama de entre 135 o 150 centímetros para el descanso óptimo, o más si se dispone del espacio.
Topper
Si no se quiere o no se puede cambiar el colchón actual, existe la posibilidad de mejorar el confort del mismo con un topper, una capa adicional diseñada para modificar la sensación del descanso mediante viscoelástica o látex. Este elemento puede aportar mayor suavidad o firmeza según la preferencia del usuario, además de extender la vida útil del colchón sin hacer un gran desembolso económico.
Somier
El tipo de base también influye en la calidad del sueño. Existen somieres de láminas, que proporcionan flexibilidad y favorecen la ventilación del colchón y bases tapizadas, que ofrecen una superficie más firme y estable. A la hora de elegir la más adecuada es importante que el somier sea compatible con el colchón elegido para garantizar el mejor rendimiento y durabilidad. Para los colchones de muelles se recomienda un somier tapizado, sin embargo, para los que están realizados con espuma viscoelástica o látex es mejor optar por un somier de láminas.
Almohada
Si pese a disponer del colchón y la base adecuada, te despiertas con los hombros y el cuello dolorido, probablemente no uses la almohada adecuada. La elección dependerá de la postura al dormir y de las preferencias personales. Para quienes duermen boca arriba, una almohada de grosor medio que mantenga la alineación del cuello con la columna es ideal. Quien prefiere dormir de lado debe optar por una almohada más gruesa y firme para compensar la distancia entre la cabeza y el colchón. En cambio, quienes duermen boca abajo necesitan una almohada delgada o incluso prescindir de ella para evitar tensiones cervicales.
Elegir una cama no es solo una cuestión de comodidad, sino de bienestar a largo plazo. Una decisión acertada de los elementos que la componen puede mejorar la calidad del sueño, aliviar dolores musculares y contribuir a un mejor rendimiento diario.
