No eres la única que sueña con despedirse de este frío polar. La piel sufre con las bajas temperaturas, se reseca, aparecen rojeces, eccemas, e incluso quemaduras por el frío. Así que si no quieres que estas semanas echen a perder el estado de la piel que tanto te ha costado conseguir, sigue estos consejos y protege tu piel de los efectos de las bajas temperaturas.
¿En qué orden utilizar los productos de cosmética y las cremas?
Añade cosméticos con vitamina C a tu rutina de skincare
El ácido ascórbico, es uno de los activos más importantes para mantener una piel bonita en verano. Se trata de la forma más pura de la vitamina C, y tiene la capacidad de estimular la síntesis de colágeno, neutralizar los oxidantes y mantener la piel sana.
En días fríos, la vitamina C aporta ese plus de hidratación que nuestra piel necesita para combatir la humedad del aire y sus consecuencias en la piel.
Este compuesto también ayuda a combatir los primeros signos de la edad, consecuencia de la pérdida de colágeno; disminuir los poros dilatados; equilibrar las oleosidades y combatir el acné.
¿Cómo incluir la vitamina C en las rutinas de belleza?
Encontramos diferentes formatos y cosméticos que incluyen vitamina C entre sus ingredientes.
- El ácido L-Ascórbico es la forma más pura y efectiva de vitamina C. Pero también es la opción más cara.
- Derivados de la vitamina C, entre ellos encontramos el palmitato de ascorbilo, el fosfato de ascorbilo o el magnesio. Estas tienen menos eficacia pero como ventaja, no se oxidan tan rápido.
- Vitamina C nanoencapsulada. Moléculas de ácido ascórbico nanocápsulas para que no se oxiden, menos eficaces que las opciones anteriores.
Los tejidos adecuados
El exceso de ropa o los tejidos inadecuados pueden dañar nuestra piel. Lo ideal es elegir tejidos transpirables, que no contribuyan a sufrir una sudoración excesiva.
Duchas con agua tibia
Aunque ducharse con agua hirviendo sea muy seductor cuando nos morimos de frío, el agua muy caliente puede dañar la piel , empeorando los efectos del frío.
Lo ideal es que las duchas duran de 5 a 10 minutos y se hagan con agua tibia, a una temperatura de 30 a 35 grados. Mejor aplicar el gel con las manos que con esponja, al menos en las duchas diarias.
Hidratar la piel
Después de secar la piel con pequeños toques de toalla, no olvides aplicar un hidratante corporal. Elige la crema hidratante en función de tu tipo de piel.
Las pieles grasas son más resistentes, por lo que pueden elegirse geles más suaves y oil-free.
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