Aunque no lo creas cuando queremos adelgazar, pequeños cambios marcan la diferencia. Y estos cambios no son más que hábitos diarios que incorporamos en nuestra vida (incluso hasta sin darnos cuenta) que nos ayudan a perder peso. Si bien es cierto que debemos seguir una dieta para adelgazar, hacer ejercicios, dormir bien y llevar una vida saludable; también es importante adquirir hábitos, no solo porque se necesita bajar de peso y estar en buena forma, sino porque merecemos salud corporal y emocional.
Un hábito es algo que se hace sin tener que pensarlo, ycuando adquirimos nuevos hábitos en beneficio de nuestro organismo, ganamos salud. Cuando se trata de perder peso, los hábitos que adquieres asociados con una alimentación saludable y tu ritmo de vida se convierten, sin darte cuenta, en parte de tu día a día. Incluso, es posible que cambies la perspectiva sobre lo que significa adelgazar, debido a que con solo tener hábitos diarios verás buenos resultados. Adelgazar no es sinónimo de restricciones y sacrificios, de hecho, perder peso para sentirse bien física y emocionalmente es equivalente a llevar una vida sana.
5 hábitos diarios que te ayudarán a adelgazar
No hay mejor forma de perder peso que siendo conscientes de lo que esto implica, sobre todo si queremos adelgazar 10 kilos o más. A veces no es tan efectiva la dieta saludable que se siga y la actividad física que se haga, sino el hábito que se adquiera. De esto depende mucho el éxito de bajar y mantener un buen peso.
Presta atención a los 5 hábitos diarios que te ayudarán a adelgazar, y verás como no solo mejorará tu salud, sino también tu composición corporal.
1. Aprende a planificarte
Entre otros aspectos, dos cosas son fundamentales cuando se quiere bajar de peso, tener un menú semanal que incluya alimentos para acelerar el metabolismo y hacer ejercicios. Estos son hábitos que no deben faltar en ningún plan de adelgazamiento. La recomendación es preparar tus días, y esto incluye tus comidas y tus sesiones de ejercicios. Compra tú mismo los alimentos, hazlo con una lista de compra y asegúrate de ir al mercado con el estómago lleno. No adquieras productos poco sanos y evita alimentos ultraprocesados. Además, acostúmbrate a leer el etiquetado de loa alimentos que vas a poner en tu dieta..
Poco a poco, tener el hábito de comer bien, de ir al gimnasio, practicar un deporte, caminar, correr, trotar o montar en bicicleta, se irá convirtiendo en tu estilo de vida y, en lugar de pensar en que harás a diario, tu organismo y tu cerebro sabrán lo que necesitas.
Si no lo planeas, no lo vas a hacer, y cuando lo conviertas en un hábito, el plan va a ser automático. Muchas de las personas que pierden peso fácilmente, lo hacen porque se adhieren a su plan de alimentación y régimen constante de ejercicios. Todo lo que se necesita es planificación.
2. Practica una alimentación sana
En este punto es importante considerar lo que nos llevamos a la boca, por qué lo hacemos y cómo lo hacemos. En ese sentido, es necesario:
- Comer conscientemente. Dedica tiempo y disfruta de tus comidas. Comer sentado y sin distracciones te harás consciente del significado del acto de comer, y así podrás detectar las señales que te indican hambre o saciedad. Para poner en práctica una alimentación consciente debemos masticar bien los alimentos, dejar el tenedor en el plato mientras masticas, tomar mucha agua durante las comidas, evitar distractores (TV, móvil, etc.) mientras comes, comer lentamente, entre otras.
- Desayunar. Es importante no saltarse las comidas, sobre todo el desayuno. Cuando nos saltamos el desayuno por cualquier razón, vamos a estar hambrientos a media mañana y esto va a hacer que el organismo sienta mucha hambre. De modo que picarás y comerás alimentos poco sanos. Con este ayuno, te arriesgas a un fracaso del día.
- Reducir la ingesta de calorías. La manera más sencilla de perder peso está en optar por alimentos de bajo aporte calórico, reducir las grasas y los azúcares. Por ejemplo, cambia el pan blanco, el arroz y las pastas por las presentaciones integrales, elimina la ingesta de refrescos y toma mucha agua, aumenta el consumo de frutas y verduras crudas y presta más atención a la forma de cocinar los alimentos.
- Reduce el tamaño del plato de la cena. Para quedar satisfecho con menos comida, engañemos positivamente a nuestro cerebro: sirvamos la cena en platos pequeños. Gracias a esta técnica, aun comiendo menos, creemos que estamos comiendo lo suficiente y con eso nuestro estómago quedará bien. Además, hagamos una cena ligera antes de las 6:00 pm.
3. Organiza tu cocina
Hay algo que es clave en cualquier plan de adelgazamiento, incluso en dietas personalizadas para perder peso: el orden en la cocina. Sin ninguna duda, una cocina desorganizada puede desencadenar hábitos alimenticios pocos saludables, especialmente, cuando de sus estantes se desbordan de alimentos poco sanos. Es importante reorganizar la cocina y convertirla en un espacio agradable y saludable. Por ejemplo:
- Mantén siempre los alimentos saludables a la vista. Un tazón de frutas naturales en el refrigerador hace que cuando sientas hambre, optes por un refrigerio saludable.
- Reduce la tentación. Si bien colocar alimentos sanos es una buena opción para adelgazar, las galletas y los industrializados deben mantenerse fuera del alcance, y si no se tienen, mejor.
- Nunca comas directamente de una bolsa o un recipiente. Esta costumbre te lleva al consumo excesivo de alimentos.
4. Ten actividad física y evita el sedentarismo
Hay un montón de ejercicios que puedes hacer sin necesidad de ir a un gimnasio. Por ejemplo, puedes planear caminar de tu casa al trabajo, si las distancias son relativamente cortas. Optar por las escaleras en lugar de ir en el elevador. Dar paseos en bicicleta a una hora adecuada o simplemente practicar el deporte de tu preferencia. La idea es mantenerte activo y evitar el sedentarismo, este es el aliado número 1 de la obesidad y el sobrepeso, además, es responsable de un sinfín de enfermedades.
Puedes también llevar a cabo rutinas de ejercicios que te permitan quemar las calorías y te ayuden a perder peso más rápido. Sesiones de 30 minutos al día es lo más recomendable, aunque dependiendo de tu evolución, condición y objetivos este tiempo y la intensidad de los ejercicios puede ir aumentando.
5. Incluye la meditación y controla el estrés
Adelgazar no solo es un proceso que implica cambios físicos, las emociones también entran en juego y, cuando se atraviesan con mucha frecuencia situaciones de angustia o estrés, se suele ganar mucho peso, sobre todo, porque hay momentos en los que no distinguimos el hambre biológica de la ansiedad, y para calmar esto último, recurrimos a la ingesta de alimentos poco saludables que nos hacen engordar.
La meditación es un arma muy efectiva para combatir estas situaciones que nos hacen perder el control. Te recomendamos, antes de dormir o muy temprano, meditar. Esto te va a ayudar a tener un mejor control emocional, lo que se va a traducir más adelante en el éxito para tu proceso de pérdida de peso.
Deja una respuesta