Organización, minimalismo y buena situación: las tres claves para diseñar el espacio de teletrabajo perfecto.
Desde el año 2020 hemos empezado a asumir que el teletrabajo ha llegado para quedarse.
Esta forma de empleo trae consigo muchas cosas positivas, como una mayor posibilidad de conciliar mejor la vida familiar con la laboral. Sin embargo, también puede suponer todo un desafío para aquellas personas poco acostumbradas a trabajar desde casa.
Diseñar un buen espacio, en el que poder trabajar a gusto y en paz, es una buena forma de empezar a adaptarnos a esta nueva normalidad laboral.
De la fantasía a la realidad
Si alguna vez has fantaseado con tu despacho de ensueño, está es tu oportunidad para poner en práctica todas esas maravillosas ideas que tenías al respecto.
Por ejemplo, es el momento perfecto para comprar esa silla Maisons du Monde de la que te enamoraste, pero que no sabías dónde poner. ¿Siempre has deseado una mesa de trabajo amplia? Ahora puedes emplear todo el espacio que desees para ello.
Recuerda que la comodidad y la practicidad son dos aspectos esenciales a la hora de diseñar un espacio de trabajo. Sin embargo, cuidar el aspecto estético puede ayudarte más de lo que piensas, ya que contribuye a mantener la motivación y a aumentar la productividad.
4 consejos para diseñar tu pequeño despacho en casa
1. Busca un lugar bien iluminado
La luz natural es mucho mejor para tus ojos, tu estado de ánimo y tu salud.
Ahora que vas a pasar más tiempo en casa, también te conviene tener en cuenta el gasto energético; no solo por motivos económicos, sino también para cuidar del medio ambiente. Al no tener que acudir presencialmente a la oficina, tu huella de carbono ha disminuido; es el momento perfecto para seguir con más pequeños cambios a favor del planeta.
2. Ten en cuenta tus necesidades y tu forma de trabajar
Inspirarse en diseños ajenos es una buena idea, pero recuerda que lo que vale para otros no tiene porque valer para tí.
A la hora de idear tu rincón de trabajo hazte preguntas como:
- ¿Cuál es tu rutina de trabajo o cómo planeas que sea a partir de ahora?
- ¿Qué materiales son los que más te conviene tener a mano?
- ¿Cuánto almacenamiento necesitas?
- ¿Dónde pondrás los suministros de oficina?
- ¿Qué es lo que siempre necesitas tener de sobra?
Piensa bien cada detalle antes de comprar o mover nada.
3. Evita sobrecargar el espacio de trabajo
Nunca debes confundir “satisfacer todas tus necesidades” con “tener de todo”. Asegúrate que todo lo que tienes encima de la mesa y en los cajones más cercanos sea lo estrictamente necesario.
Aquellos materiales que uses solo de forma ocasional, o los repuestos que necesites almacenar, es mejor que estén en alguna zona donde no molesten; como un armario especialmente pensado para ello o una estantería.
Tener algún detalle decorativo, como una planta, una foto o cualquier objeto que sea importante para tí, no es una mala idea en absoluto. Sin embargo, con uno o dos es suficiente. Recuerda ponerlos en algún lugar visible, donde no estorben a la hora de trabajar.
4. No escatimes en calidad
Compra muebles de buena calidad. No es agradable que la silla se rompa en el peor momento o que las estanterías colapsen tirando todo ese volumen que sostenían sobre tu carísimo equipo informático.
Si además se te encoge el estómago al pensar en todas las valiosas horas de trabajo que perderías si eso sucediera, es hora de contratar un buen servicio de almacenamiento en la nube.
Si ya has pensado en todo, ahora solo queda ponerte manos a la obra y disfrutar del proceso de crear tu espacio de trabajo de ensueño.
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