El carbón activado es un ingrediente que en los últimos años se ha puesto de moda y se ha incorporado a multitud de productos cosméticos como mascarillas, exfoliantes, cremas y jabones. Ya que es capaz de absorber impurezas y toxinas sin penetrar en la piel, principalmente se utiliza en productos cuya finalidad es limpiar y purificar la epidermis.
Qué es el carbón activado y qué propiedades tiene
El carbón activado es un ingrediente de origen vegetal que procede principalmente de maderas como el bambú o cáscaras de frutos como el coco. Estas materias primas se calientan a temperaturas muy altas (de entre 400 y 700 grados) bajo unas condiciones concretas de concentración de oxígeno. El resultado de este proceso es un material microporoso, el carbón activado, que tiene las siguientes propiedades:
- Es altamente absorbente, lo que, junto a su porosidad, lo convierte en un interesante ingrediente para eliminar impurezas y toxinas.
- Es ligeramente abrasivo, aunque lo suficientemente suave como para que se pueda usar en la piel.
- Es antibacteriano y desintoxicante.
Beneficios del carbón activado para la piel
Debido a sus propiedades, el carbón activado tiene los siguientes beneficios para la piel:
- Limpia y exfolia, absorbiendo impurezas, toxinas y restos de suciedad. Su capacidad desintoxicante combate la contaminación de la piel, un factor que favorece la aparición de los radicales libres que envejecen la dermis.
- Al eliminar la suciedad, aporta luminosidad y equilibra el tono y la textura del cutis, dándole al rostro un aspecto más saludable.
- Absorbe el exceso de grasa de la piel y equilibra la producción sebácea. Por ello, si bien el carbón activado es apto para la mayoría de las pieles, es especialmente beneficioso para las grasas y mixtas.
- Combate el acné y evita su aparición gracias a sus propiedades antibacterianas.
- Disminuye el tamaño de los poros al eliminar la suciedad que los obstruye.
Cómo usar el carbón activado
El carbón activado se utiliza principalmente como ingrediente en mascarillas de diversos tipos (purificante, antipolución…). No obstante, también está presente en otros cosméticos como exfoliantes, cremas faciales, tiras para eliminar puntos negros de la nariz, jabones faciales, lociones y esponjas para el rostro.
El uso del carbón activado sobre la piel es seguro siempre que se adquiera un producto de buena calidad y se emplee correctamente. Es recomendable contar con la supervisión de un especialista que indique qué producto utilizar y con qué frecuencia, ya que cada piel es diferente. En pieles sensibles esta mascarilla puede resultar demasiado agresiva y provocar desde dermatitis de contacto hasta ampollas y sobreinfección bacteriana.
Algunos dermatógos han alertado de que ciertas mascarillas de carbón activado son perjudiciales porque se adhieren a la cara como si fueran de pegamento y, al quitarlas, se puede arrancar la capa superficial de la piel, causando dolor. Esto puede ocurrir tanto con mascarillas comercializadas como con mascarillas caseras que algunas personas fabrican siguiendo los tutoriales que hay en Internet.
Por todo ello, aunque las propiedades del carbón activado pueden resultar muy beneficiosas para limpiar la piel, hay que tener cuidado con su uso. Se debe evitar la adquisición de productos de bajo precio y marcas desconocidas así como la fabricación casera de mascarillas. Lo mejor en cualquier caso es consultar siempre con un dermatólogo, que podrá aconsejar sobre su uso y recetar tratamientos específicos para el acné si es necesario.
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