La técnica de los hilos tensores se utiliza en medicina estética para disminuir la flacidez y conseguir un ‘efecto lifting’ sin pasar por el quirófano. Si bien sus efectos no son definitivos, esta técnica tiene muchas ventajas, como su seguridad y rapidez.
Qué son los hilos tensores
El tratamiento con hilos tensores, también conocido como ‘lifting japonés’, consiste en la inserción bajo la dermis de unas sustancias biológicas en forma de hilo que tensan la piel. Habitualmente estos hilos son de polidioxanona, un material biocompatible, reabsorbible y autoinductor de colágeno. La polidioxanona es utilizada en muchos campos de la medicina, como la cirugía cardiaca, por lo que es un material muy seguro.
El objetivo de este tratamiento es el mismo que el de un ‘lifting’ pero sin recurrir a la cirugía. Es decir, pretende disminuir la flacidez facial y corporal causada por la pérdida de elasticidad y la disminución de colágeno producida por el paso del tiempo. Aplicados en el rostro, los hilos reducen significativamente la flacidez alrededor de las mejillas y el cuello y marcan la línea mandibular. Además de la inmediatez del efecto tensor en la zona tratada, esta técnica mejora la calidad y elasticidad de la piel progresivamente por la reacción de los fibroblastos.
Aunque se suelen aplicar sobre todo en el rostro y en el cuello, los hilos tensores también se pueden utilizar en otras áreas del cuerpo como los glúteos, la zona del pecho, las rodillas, la cara interna de los muslos, los brazos y el abdomen
Beneficios de los hilos tensores
- Mejoran el aspecto de la piel, aumentando la cantidad de colágeno.
- Sus efectos se mantienen incluso después de ser absorbidos, por el colágeno y la elastina generados.
- Reafirman la piel de manera disimulada, sin cicatrices.
- Es un procedimiento seguro y rápido.
- Esta técnica permite regresar de manera inmediata a la vida cotidiana porque no requiere cortes.
- Se pueden combinar con otros tratamientos como mesoterapia, ácido hialurónico…
No obstante, su efecto es limitado en el tiempo y, cuando se reabsorban los hilos y se elimine el colágeno que se ha formado gracias al tratamiento, volverá a aparecer la flacidez. Asimismo, hay que tener en cuenta que este tratamiento no elimina las arrugas sino que trata la flacidez en grado leve o moderado.
Contraindicaciones de los hilos tensores
Tras el tratamiento de hilos tensores pueden aparecer pequeños hematomas (por la incisión de las agujas utilizadas para introducirlos), edemas o enrojecimiento. En muy raras ocasiones varios días después del tratamiento algún hilo no se integra de forma correcta y empieza a expulsarse. En ese caso hay que acudir a la consulta para su extracción y sustitución por uno diferente.
A pesar de sus escasos efectos secundarios, existen algunas restricciones en su uso que se deben conocer antes de proceder al tratamiento. No deberían someterse a los hilos tensores las personas:
- Inmunodepriminas, con infecciones o sin colágeno.
- Con alteraciones en la coagulación de la sangre o que estén en tratamiento con medicamentos anticoagulantes o antiinflamatorios.
- Con alguna infección cutánea o herida abierta.
- Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Cómo es el tratamiento con hilos tensores en Clínica Albéniz
En Clínica Albéniz utilizan los hilos tensores de polidioxanona para rejuvenecer el rostro, redibujar sus contornos y mejorar la flacidez en la cara u otras zonas. El hilo se introduce bajo la piel traccionándola y tensándola con una aguja guía diseñada para este fin. Los hilos introducidos no se notan, aunque pueden ser apreciables al tacto las primeras horas tras la sesión, hasta que empiezan a reabsorberse.
El tratamiento es muy poco invasivo y la mejora se notará a partir del primer mes. Aunque suele bastar con una sesión, en ocasiones es necesaria una segunda para completar los resultados. A partir de ese momento, el efecto del tratamiento dura un año aproximadamente.
Recomendaciones tras el tratamiento
Para maximizar sus efectos y disminuir las contraindicaciones, conviene seguir los siguientes consejos:
- Llevar una vida tranquila en los días posteriores al tratamiento, sin ejercicio intenso de la musculatura facial. Hay que evitar gesticular de forma excesiva, toser o estornudar muy fuerte.
- Evitar masticar alimentos duros. De esta manera se reducirá el riesgo de que los filamentos se puedan mover.
- Dormir boca arriba y con la cabeza algo incorporada hasta que comiencen a reabsorberse los hilos.
- No frotar la piel ni realizar masajes durante un mes.
Si quieres conocer más sobre este tratamiento o su precio puedes visitar a los especialistas de Clínica Albéniz en Calle Isaac Albéniz, 21, 18012, Granada o llamar al teléfono 958 292 876.
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