A la hora de someterse a una entrevista de trabajo no sólo importa la calidad de las respuestas a las preguntas y el currículum, sino también la forma de expresarse, los gestos, las miradas… El lenguaje no verbal cuenta tanto de las personas como lo que éstas dicen y por eso es importante tenerlo en cuenta en una entrevista de trabajo. Uno de los pilares de la comunicación no verbal es el aspecto, la imagen que se proyecta. Dicha imagen viene determinada en buena medida por las prendas, el maquillaje y el peinado. La forma de maquillarse para una entrevista de trabajo no puede ser la misma que para salir por la noche. Si no tienes claro cómo preparar esta reunión, recogemos algunos consejos sobre cómo conseguir el maquillaje perfecto para la ocasión.
Según los expertos en recursos humanos, las personas con una imagen natural denotan más seguridad y confianza en sí mismas que aquellas que llevan mucho maquillaje encima. No obstante, tampoco quiere esto decir que se deba ir con la cara lavada a la entrevista.
Por otra parte, hay que tener también en cuenta el perfil del trabajo al que se aspira. No es igual la imagen de una abogada que la de una dependienta, y por ello el maquillaje puede variar ligeramente de una entrevista a otra. En el caso de empresas formales lo mejor es elegir un maquillaje natural y sobrio, que dé una imagen profesional y elegante. En trabajos más informales se puede elegir un maquillaje casual y natural, aunque siempre con cuidado de no excederse.
Pasos para conseguir el maquillaje perfecto
El elemento base para todo buen maquillaje es una cara descansada. Por ello, en la medida de lo posible, conviene dormir lo suficiente la noche previa a la entrevista. De esta manera no aparecerán bolsas ni ojeras que costará disimular. A partir de esta base habrá que seguir los siguientes pasos:
- Limpiar e hidratar la piel: para ello hay que lavar el rostro con un gel facial y aplicar una crema hidratante ligera.
- Aplicar una base de maquillaje suave, fluida y de cobertura media para que dé un tono uniforme a la piel del rostro. No se deben utilizar bases que sean muchos más oscuras que el color natural, ya que provocarán que el rostro se vea artificial.
- Corregir las imperfecciones: para ello hay que aplicar un poco de corrector adecuado al tono de piel y a la imperfección que se quiera tratar (amarillo para zonas violetas, verde para rojeces, azul para zonas amarillentas).
- Aplicar polvo traslúcido haciendo énfasis en la zona T (frente y nariz). Así se evitará la presencia de brillos. Es buena idea llevarlo a la entrevista para poder aplicar un poco antes de entrar.
- Aplicar colorete de forma discreta en las mejillas. El color debe ser similar al que tienen las mejillas al pellizcarlas -un rosa claro difuminado- y no tonos oscuros o con destellos y brillos. Se debe utilizar una brocha y difuminar bien hacia las sienes.
- Usar sombras de ojos neutras: deben elegirse tonos pasteles como marrón, nude o rosado, en versiones mates o nacaradas. Se deben evitar las sombras oscuras o muy llamativas, ya que pueden distraer la atención del entrevistador.
- Si se quiere, se puede añadir un delineado sutil en tono café, gris o azul para enmarcar la mirada.
- Mejorar el aspecto de las pestañas con un rímel aplicado en poca cantidad. Si las pestañas son oscuras, lo mejor es el clásico rímel negro; pero, si no lo son, lo mejor es elegir una máscara transparente para dar volumen sin endurecer la mirada.
- Elegir un labial con tonos nude o rosa para que quede natural. No se deben utilizar tonos fuertes como rojo o púrpura. El acabado debe ser mate y sin brillos.
Recuerda siempre que la clave para lucir un maquillaje perfecto en una entrevista de trabajo es la naturalidad.
Deja una respuesta