piel seca o deshidratada

Piel seca o deshidratada, te contamos cuáles son las diferencias

No es raro confundir la piel seca o deshidratada. Ya que ambas dejan la piel tirante y sin brillo. Sin embargo, sus causas y remedios son distintos. Por lo que saber cuándo tenemos la piel seca, y cuando tiene falta de hidratación, nos permite cuidarla como es debido y usar los productos adecuados.

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¿Qué es la piel seca?

La piel seca es un tipo de piel que se da cuando la epidermis produce menos sebo (aceite) del que necesitaría de forma natural. Esa falta de lípidos hace que la barrera cutánea sea más frágil, que pierda hidratación con facilidad y que aparezcan pieles ásperas, escamas y, en ocasiones, enrojecimiento. A grandes rasgos, quien tiene la piel seca nota los síntomas a lo largo de todo el año.

  • Textura rugosa, descamación, sensación de tirantez constante y tendencia a la sensibilidad.
  • Los poros suelen verse finos y la piel no brilla con facilidad.
  • El tratamiento de la piel seca requiere una nutrición continua que incluye emolientes, mantecas y ceramidas para restaurar la barrera cutánea.

¿Qué es la piel deshidratada?

La piel deshidratada no es un tipo de piel, sino que es un estado de la misma que aparece cuando hay falta de agua en las capas superficiales de la piel. Esta deshidratación puede afectar a cualquier persona, incluso a las pieles grasas (sí, también las de tendencia acneica pueden estar deshidratadas). Ya que suele aparecer por factores externos o hábitos y se puede revertir si se corrige la causa.

  • Entre los principales síntomas de la piel deshidratada encontramos la sensación de tirantez especialmente tras la limpieza, líneas finas temporales (“pliegues” al sonreír), pérdida de luminosidad y una textura apagada.
  • En cuanto al sebo, este puede ser bajo, normal o alto, pues la deshidratación no depende directamente del aceite que contenga la piel.
  • Para tratar la piel deshidratada se aconsejan los humectantes y un cambio en los hábitos, bebiendo más agua, llevando una dieta sana y equilibrada y realizando limpiezas suaves.

Cómo distinguir entre piel seca o deshidratada

Antes de buscar productos para hidratar tu piel, puedes hacer las siguientes comprobaciones rápidas para saber si tienes una piel seca o deshidratada.

  • Sensación tras lavar la cara. Si tu piel tira inmediatamente después de limpiarla (aunque no notes descamación), es probable que esté deshidratada. Si la tirantez es constante y siempre hay zonas ásperas, seguramente tengas una piel seca.
  • Observa la textura. Las escamas visibles y la rugosidad pronunciada suelen indicar que la piel es seca. Si las líneas son finas de manera temporal y el aspecto es ‘cansado’ suele ser deshidratación.
  • Respuesta a aceites. También puedes aplicar unas gotas de aceite hidratante en una zona. Si la apariencia de la piel mejora mucho y se alivia al instante puede ser deshidratación. Si la mejora es parcial y la piel sigue áspera probablemente sea seca y necesita lípidos estructurales.

Cómo cuidar una piel seca o con falta de hidratación

Algunos cambios en rutina de belleza pueden cambiar el aspecto de la piel en pocas semanas.

  • Aplica siempre los productos sobre la piel ligeramente húmeda para mejorar la absorción.
  • Protege del sol, la radiación aumenta la pérdida de agua y empeora ambas condiciones.
  • Evita alcohol seco y fragancias fuertes si tienes la piel sensible.
  • Mantén una dieta rica en omega-3 (pescado azul, nueces).
  • Si usas retinoides o ácidos, introdúcelos con calma y nunca sobre piel muy deshidratada o seca sin reparación previa.

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