La vuelta a la rutina tras las vacaciones puede ser todo un reto. El cuerpo se adapta poco a poco, pero la mente a veces va por libre: cuesta dormir, aparecen nervios sin motivo aparente o simplemente sentimos que los días pesan más rápido de lo normal. Y justo en ese punto, los aceites esenciales pueden convertirse en un aliado inesperado y muy agradable.
Estos son algunos de los motivos por los que cada vez más personas están incorporando lo que se conoce como “aromaterapia al atardecer”, un ritual sencillo que aprovecha el poder de los aromas naturales para marcar un paréntesis en el día, soltar el estrés acumulado y preparar al cuerpo para el descanso.
¿Por qué los aceites esenciales ayudan a relajarse?
Más allá de oler bien, los aceites esenciales tienen un impacto directo en cómo nos sentimos, ya que se conectan con nuestro sistema nervioso y las emociones.
Los aromas concentran las propiedades de plantas y flores, y al inhalarlos, envían señales al cerebro que favorecen la relajación, la sensación de bienestar y, en algunos casos, hasta el sueño reparador.
Los aceites más recomendados para tus rituales de tarde-noche
No todos los aceites esenciales sirven para lo mismo, por eso aquí tienes una selección de los más utilizados cuando buscamos calma, relajación y desconexión mental.
- Lavanda. El clásico de los clásicos. Ayuda a relajar la mente, bajar revoluciones y preparar el sueño.
- Mandarina o bergamota. Aromas cítricos que elevan el ánimo sin resultar excitantes. Perfectos para tardes en las que la energía decae y aparece la apatía.
- Sándalo o vetiver. Notas profundas, cálidas, que invitan a bajar a tierra y sentir calma interior..
Cómo incorporarlos en tu día a día
La magia está en los pequeños gestos. Y es que no necesitas un ritual complicado, basta con añadir los aceites a tu rutina de manera sencilla.
- Difusor en casa. Pon unas gotas en agua y deja que el aroma inunde el salón mientras cenas, les, haces meditación o yoga.
- Baño relajante. 2 o 3 gotas de aceite en un poco de leche o aceite base, y luego al agua. Una experiencia de spa sin salir de casa.
- Masaje exprés. Mezcla tu aceite esencial favorito con aceite de almendra o jojoba y masajea cuello, hombros o plantas de los pies.
Consejos importantes
Es importante tener en cuenta ciertas precauciones para disfrutar de los aceites esenciales sin riesgos para tu salud o tu piel.
- Usa siempre aceites esenciales puros, no esencias artificiales (no tienen el mismo efecto).
- Si los aplicas en la piel, dilúyelos en un aceite base para evitar irritaciones.
- Evita ojos, mucosas y heridas.
- Menos es más, unas pocas gotas son suficientes.
Ritual sencillo de “descompresión” al final del día
Si no sabes por dónde empezar, aquí tienes un ritual fácil que puedes probar esta misma tarde.
- Ventila la habitación durante unos minutos.
- Pon el difusor con lavanda o mandarina.
- Haz 3 respiraciones profundas con los ojos cerrados.
- Dedica unos minutos a algo que disfrutes: leer, estirarte o simplemente estar en silencio.
En menos de 15 minutos, la atmósfera cambia por completo y tu cuerpo empieza a entender que ya toca desconectar.
¿Por qué engancha tanto esta tendencia?
La respuesta es sencilla: funciona, es accesible y, además, resulta muy agradable.
No necesitas gadgets caros ni rutinas eternas: solo un aroma que te acompañe en tu transición del día a la noche. Además, es un ritual totalmente personalizable: puedes variar el aceite según tu estado de ánimo o incluso combinarlo con una mascarilla facial para convertirlo en un momento 360º de autocuidado.
Y si estás volviendo al ritmo de siempre tras las vacaciones, la aromaterapia al atardecer puede ser el truco que estabas buscando para reconectar contigo misma y recuperar la calma.