¡Cuidado con las chanclas de dedo! Te contamos porqué

¡Cuidado con las chanclas de dedo! Te contamos porqué

Las chanclas de dedo son el calzado del verano: cómodas, frescas y muy socorridas para la playa, la piscina o salir rápido a la calle. ¡Pero cuidado!, porque si las usas de forma continuada o durante largas caminatas, no son tan inocuas como parecen. Y es que más allá del estilo, el uso reiterado de las chanclas de dedo puede puede tener consecuencias para la salud de tus pies (y, de rebote, también para tus rodillas, caderas y espalda).

¿Son malas las chanclas de dedo?

Las chanclas de dedo están pensadas para paseos cortos y ambientes informales, no para sostener todo el peso del cuerpo durante horas. Ya que su diseño minimalista afecta a la forma en que pisas, a la distribución del peso y al control del pie. Esas características se traducen en los siguientes problemas.

Falta de sujeción y apoyo

Al no sujetar bien el pie, la chancla obliga a trabajar más a los músculos intrínsecos de la planta y a los tendones para mantener el calzado en su sitio. Ese sobreesfuerzo puede derivar en fatiga, dolor y desequilibrios musculares.

Arco y amortiguación insuficientes

La suela fina y plana ofrece poco soporte para el arco (o planta) y casi ninguna absorción de impactos. Con el tiempo, esta falta de soporte favorece la aparición de fascitis plantar, dolor en el talón y sobrecargas en el metatarso (la zona delantera del pie).

Mayor riesgo de torceduras y caídas

Al deslizarse con facilidad y no tener talón ni correas firmes, las chanclas aumentan la probabilidad de resbalones y torceduras. Eso es especialmente importante en superficies mojadas o irregulares.

Rozaduras, ampollas y uñas dañadas

El rozamiento del tirador entre los dedos puede provocar callos, fisuras o ampollas. Además, al arrastrar ligeramente el pie para mantenerlas puestas, es común golpear los dedos contra bordillos o piedras, lo que puede causar hematomas subungueales (moretones bajo la uña) o uñas rotas.

Problemas posturales

Cambiar la mecánica de la pisada repercute en rodillas, caderas y columna. Caminar mucho con chanclas puede aumentar la carga en articulaciones y musculatura, despertando molestias en áreas que creías ajenas al pie.

Higiene y riesgo de infecciones

En ambientes húmedos (playa, piscina) las chanclas facilitan el contacto con hongos o bacterias. Además, si las usas sin limpiarlas, los restos de arena y humedad pueden favorecer maceraciones y mal olor.

¿Significa esto que debo dejar de usar las chanclas de dedo?

No hace falta declararles la guerra. Las chanclas de dedo cumplen su función: son cómodas, rápidas y prácticas para ciertas situaciones. El problema está en el uso continuo y sin criterio. Si las alternas con calzado más estructurado y las reservas para trayectos cortos, reduciendo el tiempo de exposición, la mayoría de los riesgos desaparecen.

En definitiva:

  • Limítalas para paseos cortos: playa, piscina o ir a la tienda. Evita largas caminatas o jornadas de trabajo con ellas.
  • Elige chanclas de mejor calidad: suelas algo más gruesas, materiales que no resbalen y tiras más anchas reducen rozaduras.
  • Alterna con sandalias con sujeción: modelos con correas tras el tobillo o sandalias sport aportan estabilidad sin renunciar a la frescura.
  • Usa plantillas cuando puedas: si necesitas llevar chanclas con frecuencia, una plantilla fina con soporte para el arco puede mejorar mucho la ergonomía.
  • Cuida los pies a diario: hidrata talones, corta uñas rectas y revisa la aparición de ampollas o durezas.
  • Evita conducir con chanclas finas: pueden engancharse y disminuir el control del pedal.

Señales para acudir al especialista

Si notas dolor persistente en el talón, sensación de ardor en la planta, dolor nocturno, entumecimiento o deformidad en los dedos, es momento de consultar a un podólogo. Esos signos pueden indicar sobrecargas, fascitis u otras lesiones que se benefician de un tratamiento a tiempo.

Avatar de BellezaIDEAL

Ver todos los artículos de

Belleza IDEAL

© CMA Comunicación. Responsable Legal: Corporación de Medios de Andalucía S.A.. C.I.F.: A78865458. Dirección: C/ Huelva 2, Polígono de ASEGRA 18210 Peligros (Granada). Contacto: idealdigital@ideal.es . Tlf: +34 958 809 809. Datos Registrales: Registro Mercantil de Granada, folio 117, tomo 304 general, libro 204, sección 3ª sociedades, inscripción 4