Los pies son esa parte del cuerpo que más trabaja y menos cuidamos. Soportan nuestro peso todo el día, caminan, corren y aguantan zapatos que muchas veces no son los adecuados. El resultado: durezas, grietas y una piel que pierde suavidad. Además, en verano las durezas de los pies suelen ser más frecuentes, convirtiéndose en un problema estético muy común, y que genera incomodidad en quien lo sufre.
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La buena noticia es que pueden tratarse (y prevenirse) tanto con productos y tratamientos profesionales, como con estos remedios caseros que te presentamos a continuación.
¿Qué son las durezas y por qué aparecen?
Las durezas de los pies, también conocidas como hiperqueratosis, son acumulaciones de células muertas que se forman en la piel como mecanismo de defensa frente a la fricción o la presión continua. Estas suelen aparecer en los talones, la planta del pie y la zona delantera, justo detrás de los dedos.
Las causas más frecuentes son:
- Uso de zapatos muy ajustados o con suela rígida
- Caminar descalza o con calzado sin amortiguación
- Falta de hidratación en los pies
- Sobrepeso o mala postura al caminar
- Permanecer mucho tiempo de pie
Y aunque no suelen doler, las durezas en los pies pueden causar incomodidad al caminar y, si se agrietan, presentar dolor y ser propensas a infecciones.
Los pasos infalibles para eliminar las durezas de los pies
Antes de aplicar cualquier remedio casero para las durezas de los pies, es importante seguir una pequeña rutina que prepare la piel.
- Remoja los pies en agua tibia durante al menos 15 minutos. Puedes añadir sal marina, vinagre o unas gotas de aceite esencial.
- Exfolia suavemente con una piedra pómez o una lima especial para pies. Hazlo con movimientos circulares y sin aplicar demasiada presión.
- Enjuaga y seca bien los pies, especialmente entre los dedos.
- Aplica el tratamiento casero que elijas y, si es posible, cúbrelos con calcetines de algodón durante la noche para potenciar el efecto hidratante.
Los mejores remedios caseros para suavizar tus pies
Ahora sí, vamos con los mejores remedios caseros para eliminar durezas.
Bicarbonato de sodio y limón
El bicarbonato es un gran exfoliante natural y el limón ayuda a suavizar y aclarar la piel.
- Mezcla 2 cucharadas de bicarbonato con el jugo de medio limón y un poco de agua caliente.
- Aplica la pasta sobre las durezas y deja actuar 10 minutos.
- Exfolia con la piedra pómez y enjuaga.
Puedes hacerlo 2 veces por semana.
Aceite de coco o de oliva
Estos aceites naturales son emolientes potentes que hidratan y reparan la piel seca.
- Aplica una capa generosa de aceite sobre los pies limpios.
- Masajea bien y cubre con calcetines de algodón.
- Deja actuar durante la noche.
Vinagre de manzana
El vinagre suaviza la piel endurecida y ayuda a disolver la acumulación de células muertas.
- Mezcla partes iguales de vinagre de manzana y agua tibia.
- Remoja los pies durante 20 minutos.
- Después, exfolia y aplica crema hidratante.
¡Ojo! Si tienes grietas abiertas, evita este remedio porque puede escocer.
Miel y avena para las durezas de los pies
La miel es antibacteriana y nutritiva, mientras que la avena exfolia sin agredir.
- Mezcla 2 cucharadas de avena molida con 1 de miel hasta obtener una pasta.
- Aplica en los pies como mascarilla, deja 15 minutos y enjuaga.
Ideal para piel sensible o cuando buscas un remedio algo más suave.
Plátano maduro
Sí, has leído bien. El plátano maduro es rico en enzimas y azúcares naturales que suavizan la piel.
- Tritura un plátano muy maduro hasta hacer un puré.
- Aplícalo en los talones y cubre con film transparente y calcetines.
- Déjalo actuar 30 minutos y enjuaga.
Consejos para prevenir las durezas de los pies
Una vez que consigas eliminar las durezas, lo más importante es mantener una rutina constante de cuidado en los pies para que no reaparezcan. Lo más importante es hidratar los pies a diario, sobre todo después de la ducha, cuando la piel está más receptiva.
También conviene evitar andar descalza en superficies duras, ya que eso aumenta la fricción y favorece la aparición de piel engrosada. Elige calzado cómodo, con buena amortiguación y que no oprima ni genere roces. Y por último, incorpora una exfoliación suave una vez a la semana para prevenir la acumulación de células muertas y mantener la piel lisa por más tiempo.
Con estos simples hábitos, tus pies se mantendrán suaves y cuidados de forma natural, ¡listos para lucir y disfrutar tus sandalias favoritas!
