Parece que el tiempo no va a pasar por nosotros, que vamos a tener siempre la piel como un bebé. Pero nada más lejos de la realidad. Antes de que nos demos cuenta nos miraremos al espejo y, ¡ahí están!, esas arrugas que delatan que sí, que el tiempo pasa para todos.
En el campo de la belleza, las arrugas son un tema que suele preocupar bastante. Y aquí, más que nunca, aplica eso de que es mejor prevenir que curar. Las cremas antiedad son una excelente herramienta para cuidar nuestra piel y mantenerla más joven y sana durante más tiempo.
En este punto también pueden surgir muchas dudas. Lo más preguntado siempre es lo mismo: ¿cuándo debería empezar a usar cremas antiedad? La respuesta rápida es que cuanto antes, mejor, pero cuidado, porque no todo vale a la hora de seguir un tratamiento antiedad. No es recomendable con 20 años utilizar una crema indicada para pieles de 60, por ejemplo, ya que las necesidades de la piel son diferentes en cada etapa de la vida. Y esto es algo que hay que tener muy en cuenta.
Escoger una buena rutina facial, adaptada a cada edad y estado de la piel, es importantísimo para cuidar la piel a lo largo de nuestra vida y que se mantenga joven durante mucho más tiempo.
¿Funciona la cosmética vegetal?
La cosmética vegetal cada vez gana más adeptos por sus beneficios frente a la cosmética tradicional. Marcas como Yves Rocher, que nos ofrece también su propio tratamiento antiedad, son pioneros en este campo y sus productos ofrecen hasta un 99% de ingredientes naturales.
La firma francesa ofrece una cosmética comprometida y eficaz, que cubre tanto cuidado facial, capilar como corporal. Dentro de la cosmética vegetal de Yves Rocher destaca la gama Anti-Age Global, con el néctar de brotes vegetales como activo principal y que es considerado un poderoso antiedad. En esta gama encontramos productos como la Esencia Suprema, un sérum para una piel más luminosa, revitalizada y uniforme.
¿Cuándo debo empezar a usar cremas antiedad?
Si estás buscando un buen tratamiento antiedad lo primero es tener en cuenta tu edad y tus necesidades. Utilizar un tratamiento antiedad que no necesitamos puede llegar a ser incluso negativo para nuestra piel.
En la década de los 20:
A esta edad la piel está en su mejor momento. Esto no significa que no debamos cuidarla, pero en lugar de usar cremas antiedad lo recomendable sería apostar más por la hidratación, la limpieza y la protección solar. Una piel bien limpia y protegida del sol es importantísimo para alargar su juventud. Hay que tener en cuenta que si utilizamos una crema antiedad potente puede favorecer la formación de grasa y la oclusión de los poros.
En la década de los 30:
Los 30-35 años son la edad más indicada para comenzar a usar cremas antiedad. La piel comienza a hacerse más fina, necesita mucha más hidratación y los tratamientos antiedad, como el Anti-Age Global de Yves Rocher, que ya hemos mencionado, puede ser un gran aliado. Cuanto más grasa tengamos la piel más podemos retrasar la fecha en la que empezamos a usar estas cremas, pero en cualquier caso los especialistas parecen que coinciden en que son los 35 la edad límite para comenzar.
En la década de los 40:
A partir de los 40 necesitaremos una crema un poquito más potente, que no solo previene la formación de arrugas sino que también aporte la elasticidad y densidad que comienza a perder la piel. Te recomendamos empezar a introducir en tu rutina cremas con ácido hialurónico, vitamina C y colágeno. Por supuesto, la limpieza sigue siendo súper importante y no podemos olvidarnos de ella. Antes de la crema, siempre debemos tener la piel bien limpita.
A partir de los 50:
Desde los 50, el tratamiento antiedad que utilicemos tiene que ser más concreto. Ahora ya no solo tenemos que prevenir, también hay que rellenar esas arrugas que, por muchas cremas antiedad que hayamos usado, inevitablemente habrán aparecido. El ácido hialurónico y el retinol son dos elementos importantísimos a partir de esta edad y que no pueden faltar en tu neceser.
La rutina facial es mucho más que las cremas antiedad
Por último, no podemos olvidar que una buena rutina facial tiene que tener varios pasos y realizarse por la mañana y por la noche, adaptada al momento del día, ya que las necesidades no son las mismas. En ambos casos, hay que enfocarse mucho en la limpieza, una piel limpia lo es todo.
La crema hidratante puede ser más densa por la noche, momento en que la piel tiene más tiempo para absorber sus principios activos y descansar. Por último, en la rutina de día es imprescindible que no nos olvidemos del protector solar. Incluso si no vamos a salir de casa, protegernos del sol es importantísimo para prevenir arrugas, evitar manchas y mantener la piel más joven.