El estrés se ha convertido en uno de los problemas de salud más frecuentes en nuestra sociedad. Aunque muchas veces no somos conscientes de que lo padecemos, los efectos del estrés en la piel (y en nuestra salud) pueden ser indicios de que algo no está bien.
En esta ocasión te contamos cómo afecta el estrés a la piel y qué podemos hacer para combatirlos.
¿Cómo afecta el estrés en la piel?
El estrés deja marcas en la piel. Por un lado tenemos las marcas motivadas por las expresiones faciales que tendemos a hacer cuando estamos estresados. Y por el otro, las que son consecuencia de la conexión que existe entre el sistema nervioso y la dermis.
Cuando sufrimos estrés hacemos gestos que expresan este malestar mental. Por ejemplo, fruncimos el ceño, ponemos ‘morros’ u otros gestos que acentúan las líneas de expresión y las arrugas. Pero esto no acaba aquí.
Como decimos, la piel está directamente conectada con nuestra mente y el sistema nervioso. Por eso, todas las emociones o sentimientos que nos afectan mentalmente, se mostrarán en la piel.
Cuando se tiene estrés, la piel está más sensible y es más probable sufrir rojeces, eccemas, granitos y otros brotes. Además, se pierde luminosidad e hidratación.
A largo plazo, el estrés acentúa el envejecimiento prematuro y la aparición de arrugas.
Cómo cuidar tu piel si tienes estrés
Con una buena rutina facial, es posible suavizar y mejorar los efectos del estrés en la piel.
Si sufres este problema, no dudes en aliarte con la vitamina C y el ácido hialurónico, estos componentes te ayudarán a recuperar la luminosidad de tu piel y le aportará esa inyección de hidratación que necesita tu cutis.
Los pasos que no pueden faltar en tu rutina facial anti-estrés son:
- Limpieza facial por la mañana y por la noche, con agua micelar y jabón espumoso
- Hidratación tras la limpieza, con sérum antioxidante de vitamina C que ayuda a revitalizar el rostro
- Aplicación de crema hidratante, con ceramidas o ácido hialurónico
- Protector solar a diario, un aliado infalible para prevenir y evitar el envejecimiento prematuro
- Si tienes la piel muy sensible, mejor evita retinoides y otros principios irritantes, como el ácido glicólico.
Además de la rutina de cuidado facial, en tu centro de estética de confianza encontrarás los tratamientos más innovadores para cuidar tu piel.
Si tú también te has propuesto cuidar tu piel, no te pierdas estos propósitos de año nuevo para cuidar la piel.
