El verano es una de las mejores épocas del año para lucir melena. Sin embargo, también es uno de los periodos más dañinos para el pelo. El sol, la piscina, el agua del mar, dañan nuestro cabello y lo dejan seco y sin brillo. Por eso, hay que tenerlo muy en cuenta en nuestra rutina de belleza diaria para que las vacaciones no pasen tanta factura a nuestra melena.
Sin duda, sanearlos cada dos meses aproximadamente y utilizar un champú adecuado a nuestro tipo de pelo y no abusar de las fuentes de calor son consejos que deben estar siempre presente en nuestras cabezas. Sin embargo, durante el verano debemos tener un poco más de cuidado y mimar aún más si cabe nuestra melena para no tener que cortar demasiado por lo sano.
No te olvides de tu pelo al tomar el sol
Cuando vamos a la playa o a la piscina, nunca nos olvidamos de proteger nuestra piel con una crema de SPF. Sin embargo, nunca tenemos en cuenta nuestro pelo. Los rayos solares pueden llegar a dañar el cabello restándole hidratación y brillo. Por eso, es mejor recoger nuestra melena y usar algún gorro o pañuelo que lo proteja del sol.
Acondicionador o mascarilla, tus grandes aliados
Son necesarios todo el año, pero este tipo de productos se hacen más imprescindibles en verano por el calor. Te ayudarán a reparar los daños en tu cabello por factores tanto internos como externos, aportando una mayor hidratación, brillo y suavidad, a la vez que nutre y le da vitalidad a tu melena.
Reduce al máximo las fuentes de calor
Este es un gran consejo para todo el año, más aún en verano. Secadores, planchas, rizadores… Exponemos a nuestro cabello a un número importante de fuentes de calor a diario que lo único que hacen es dañar nuestro cabello. Por eso, tenemos que aprovechar el verano para secar al aire nuestro pelo y realizar peinados algo más naturales.
Sanear el cabello de forma regular
Los expertos recomiendan sanear nuestro pelo cortando las puntas cada dos meses aproximadamente. Da igual si tenemos el pelo largo o corto, este saneado de forma regular ayudará a que crezca con mayor fuerza y a reparar los daños. Este corte de puntas, sin duda, se hace aún más imprescindible al final del verano.
