A todo el mundo le gusta que su cabello luzca bonito, luminoso y suave. No obstante, mantener el pelo perfecto –sea largo o corto– es complicado, ya que está sometido diariamente al daño que provocan diferentes agentes físicos y químicos. Si bien los daños suelen ser mayores en verano, los cuidados se deben aplicar de forma regular durante todo el año. Si no tienes claro cómo conseguir que el cabello se mantenga perfecto, te damos algunos consejos.
Consejos para la ducha
A la hora de lavar el cabello lo mejor es:
- Desenredarlo antes de mojarlo: de esta manera se deshacen los nudos que podrían dificultar la penetración del champú y se facilita también el posterior desenredado. Hay que tener en cuenta que el cabello está más débil y tiene mayor tendencia a la rotura cuando está mojado.
- No hacerlo todos los días: el agua y los productos de limpieza le quitan al cabello sus aceites naturales. Lo recomendable es lavarlo cada dos o tres días.
- Aclarar el pelo con agua fría: esto mejora la circulación de los vasos sanguíneos y ayuda a sellar la cutícula, lo que se traduce en un pelo más brillante. Para el resto del lavado, lo mejor es usar agua tibia.
- No frotar: los dedos sólo deben repartir el champú por el cuero cabelludo pero no frotarlo, ya que esto activa las glándulas sebáceas.
- Elegir el champú más adecuado en función del tipo de pelo.
- Aplicar acondicionador: este producto reduce la fricción, evitando que el cabello se rompa.
- Dejar actuar a la mascarilla: el uso de la mascarilla es imprescindible al menos una vez por semana, ya que hidrata y fortalece el cabello. No basta con aplicarla sobre el pelo, sino que hay que dejarla actuar entre 5 y 20 minutos.
- Usar aceites: éstos nutren, reparan e hidratan el cabello, fortaleciendo las fibras capilares y dándole vida. Se deben aplicar dos veces por semana, mechón a mechón, y dejarlos actuar al menos 20 minutos.
Tras el lavado, es importante desenredar muy bien el pelo. Para ello hay que usar un peine de púas anchas y comenzar por las puntas, subiendo después a las raíces.
Consejos para el secado y modelado
El calor es uno de los agentes que más estropean el pelo. Usar de forma continua aparatos como planchas, secadores o rizadores provoca daños difíciles de reparar. Por eso es aconsejable:
- Dejar que el cabello se seque al aire, evitando así exponerlo al calor. No obstante, el pelo no se puede dejar mojado a la hora de dormir, ya que puede aparecer caspa y otros microorganismos por la humedad.
- No frotar con la toalla, sino deslizar el tejido hasta las puntas.
- Aplicar una crema protectora contra el calor en el caso de utilizar secador o plancha de pelo.
- En cuanto al secador, conviene elegir uno profesional, ya que, al tener más potencia, se reduce el tiempo de secado y, consecuentemente, el daño que provoca el calor en el cabello. Por otro lado, hay que apartarlo unos 15 o 20 centímetros a la hora de usarlo para alejar el chorro caliente.
- Usar las tenacillas y otros aparatos para moldear el cabello de forma puntual.
Consejos para el día a día
Además de seguir todas las recomendaciones para lavar y moldear el pelo, es importante tener una buena rutina de cuidado del cabello:
- Hay que cepillar siempre muy bien el pelo, ya que esto activa la circulación de la sangre y ayuda a distribuir el aceite natural hasta las puntas, logrando un cabello más sano y brillante. No sólo se debe hacer por la mañana, sino que también conviene desenredarlo antes de dormir.
- Se deben evitar los peinados demasiado tirantes, ya que pueden provocar la rotura del cabello. Para recogerlo se puede optar por las gomas ‘cable de teléfono’ que, por su forma en espiral, reparten la tirantez del pelo. Asimismo, tampoco se debe recoger el pelo para dormir ni hacer coletas con el pelo mojado.
- Conviene controlar los niveles de estrés, ya que éste afecta a la apariencia del cabello.
Además de todo esto, es recomendable cortar el pelo cada dos o tres meses, especialmente si el pelo es fino. Con unos pocos centímetros se elimina la parte más castigada para que el resto pueda seguir creciendo. Si no, se podría originar un ‘efecto cremallera’ que lo estropeará.