El rostro es la carta de presentación de cualquier persona y por ello es importante cuidarlo. Aunque pueda parecer que hay que dedicar mucho dinero y esfuerzo a mantener el rostro bello, en ocasiones son pequeñas rutinas o hábitos los que aseguran que pueda lucir perfecto. Lo importante es cuidar el rostro para evitar tener que utilizar una gran cantidad de productos cosméticos o someterse a tratamientos estéticos. Un rostro natural siempre será más bello.
Trucos para mejorar la belleza en el rostro
- Las manos limpias permiten que el rostro este limpio: la gran mayoría de los problemas de la piel se generan por bacterias, por lo que es importante lavar las manos antes de maquillarse o tocarse el rostro.
- El ejercicio facial reduce las arrugas: los ejercicios y masajes faciales mejoran la circulación sanguínea, retrasando los efectos del envejecimiento.
- Usa protector solar en días nublados: los rayos UV tienen incidencia en la piel todo el año, no sólo en verano. Por ello es importante proteger siempre el rostro de su acción, incluso si el día está nublado. En función del tipo de piel y de la cantidad de UV se deberá elegir más o menos protección.
- Exfolia la piel: la piel se debe exfoliar cada 15 días aproximadamente para que crezca nueva dermis rejuvenecida. No obstante, se puede exfoliar todos los días siempre que se utilice un producto suave que esté indicado para tal fin.
- Usa antioxidantes en la rutina de belleza: los antioxidantes no sólo se pueden ingerir mediante los alimentos sino que también se pueden utilizar como ingrediente en productos de belleza. Algunos alimentos antioxidantes son los frutos rojos, el té verde, el cacao y las espinacas..
- Duerme bien: dormir un número adecuado de horas (se recomienda una media de 8 para un adulto) hará que el rostro se vea descansado y no marcado por las ojeras. De esta manera, no se necesitará la aplicación de los correctores para tapar el cansancio de la cara.
- Haz ejercicio: el deporte incrementa la circulación del oxígeno y los nutrientes por el cuerpo y elimina toxinas a través del sudor, lo que hace que la piel esté más firme y limpia.
- Sigue una dieta adecuada: la belleza empieza en el interior y unos buenos hábitos alimenticios mejorarán el aspecto de la piel y el rostro. Por ello se debe:
- Beber agua: el cuerpo está formado aproximadamente en un 60% por agua. Este líquido se va perdiendo a lo largo del día a través del sudor y la orina y es necesario reponerlo. Que el cuerpo esté hidratado es crucial para mantener un buen aspecto. Cuando falta hidratación, la piel se ve seca, sin brillo y apagada. Por el contrario, cuando las células están hidratadas se retarda la aparición de las líneas de expresión.
- Controlar el consumo de azúcar y comer grasas buenas (aguacate, aceite de oliva, pescados con omega 3…). El azúcar daña al colágeno y la elastina, lo que contribuye a crear arrugas.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco: además de ser perjudiciales para la salud provocan palidez o enrojecimiento de la piel, opacidad, poros abiertos, arrugas profundas…
- Consumir fruta: además de mantener hidratado el cuerpo, son diuréticas y depuran el organismo. Por otro lado, aportan muchas vitaminas, que se reflejarán en la apariencia del rostro.
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